Introducción

El gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) es una de las plagas más devastadoras para los cultivos de maíz y sorgo en todo el mundo. Originario de las Américas, este insecto ha demostrado una notable capacidad para adaptarse y dispersarse en diferentes regiones, lo que lo convierte en una amenaza constante para la producción de alimentos y la seguridad alimentaria.

Materias activas más utilizadas

Hay varios insecticidas que se utilizan para controlar el gusano cogollero y la elección de uno u otro puede depender de factores como la etapa del ciclo de vida de la plaga, el tipo de cultivo, las prácticas agrícolas y la presencia de resistencia a los insecticidas.

Clorpirifos

El clorpirifos es un pesticida organofosforado utilizado para el control de varias plagas de insectos en cultivos agrícolas, frutales y hortalizas. Actúa como un inhibidor de la colinesterasa, un enzima presente en el sistema nervioso de los insectos. La interrupción de este enzima causa una acumulación de acetilcolina, un neurotransmisor, lo que lleva a la parálisis y eventual muerte de los insectos.

Se aplica generalmente en forma de aerosol o emulsión, y es efectivo contra una variedad de insectos, incluidos los áfidos, la mosca blanca, las orugas y los escarabajos. Pero su uso ha sido objeto de debate debido a los efectos negativos que puede tener en la salud humana y el medio ambiente. Estudios han demostrado que la exposición a clorpirifos puede estar relacionada con problemas de desarrollo, trastornos neurológicos y otros problemas de salud, especialmente en niños y mujeres embarazadas.

En 2021, la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) anunció la prohibición de todos los usos de clorpirifos en el país debido a sus riesgos para la salud humana y el medio ambiente. La prohibición entrará en vigor en febrero de 2022.

Aunque el clorpirifos ha sido utilizado ampliamente en la agricultura, su uso ha sido cuestionado debido a sus riesgos para la salud humana y el medio ambiente, y su uso está siendo restringido en varios países. Es importante buscar alternativas más seguras y sostenibles para el control de plagas.

Cipermetrina

La cipermetrina es un insecticida piretroide sintético ampliamente utilizado en la agricultura para controlar una amplia gama de insectos, incluyendo el gusano cogollero en cultivos de maíz, sorgo y algodón. La cipermetrina actúa como un neurotóxico en los insectos, afectando su sistema nervioso y causando parálisis y muerte. Se aplica generalmente en forma de aerosol o emulsión y es más efectiva contra las larvas del gusano cogollero en su etapa temprana.

Pero el uso excesivo o indiscriminado de la cipermetrina puede generar resistencia en la población de plagas, reduciendo su efectividad a largo plazo.

Lambda-cialotrina

La lambda-cialotrina es un insecticida piretroide sintético utilizado para controlar una amplia variedad de plaga. Se aplica en forma de aerosol, emulsión o gránulos y es efectivo tanto en cultivos agrícolas como en jardines y áreas residenciales.

Sin embargo, la lambda-cialotrina también tiene efectos negativos en la salud humana y el medio ambiente. La exposición prolongada puede causar irritación en la piel, ojos y vías respiratorias, y en algunos casos, problemas más graves como dificultades respiratorias, náuseas, vómitos y dolor abdominal. También puede ser tóxico para la vida acuática y otros animales no objetivo.

Abamectina

La abamectina es un insecticida y acaricida de amplio espectro derivado de las bacterias del suelo Streptomyces avermitilis. Se utiliza en la agricultura para controlar una amplia gama de plagas. La abamectina actúa sobre los canales de cloro de las células nerviosas de los insectos, provocando la liberación de ácido gamma-aminobutírico (GABA) y, como resultado, la parálisis y la muerte del insecto. Se aplica en forma de aerosol, polvo o gránulos y tiene una acción residual de alrededor de una semana.

Aunque la abamectina es efectiva para controlar las plagas, también tiene efectos negativos en la salud humana y el medio ambiente. La exposición prolongada puede causar irritación en la piel, los ojos y las vías respiratorias, así como náuseas, vómitos y dolor abdominal. También es tóxico para la vida acuática y otros animales no objetivo.

Por lo tanto, es importante utilizar la abamectina con precaución y seguir estrictamente las instrucciones de uso y seguridad. También es recomendable buscar alternativas más seguras y sostenibles para el control de plagas siempre que sea posible.

Spinosad

El spinosad es un insecticida natural producido por la fermentación de la bacteria Saccharopolyspora spinosa. Se utiliza en la agricultura para el control de una amplia variedad de plagas. Actúa sobre los receptores de acetilcolina en el sistema nervioso de los insectos, causando la parálisis y la muerte. Es especialmente efectivo contra las plagas que se alimentan de los tejidos de las plantas, como las orugas y los ácaros.

Es un producto de baja toxicidad para los mamíferos, pero puede ser tóxico para las abejas y otros insectos beneficiosos, por lo que se recomienda su uso con precaución y siguiendo las recomendaciones de las etiquetas de los productos. El spinosad está aprobado para su uso en agricultura ecológica y es una alternativa popular a los insecticidas sintéticos en la producción orgánica de alimentos.

Eficacia de los insecticidas

La eficacia de los insecticidas en el control del gusano cogollero depende del tipo de insecticida utilizado, el momento de aplicación, la resistencia del insecto a los insecticidas y las prácticas de manejo agrícola. Además de estas variables, algunos insecticidas pueden ser más efectivos que otros para el control del gusano cogollero.. En la investigación “Aplicación de insecticidas para el control de gusano cogollero (Spodoptera frugiperda J.E. Smith” en maíz (Zea mays L.) se concluyeron los siguientes resultados:

Insecticida	Dosis	1 aplicación % de eficacia	2 aplicación % de eficacia
Chlorantraniliprole	0.07 l en 200 l de agua	95.68 %	90.73
Emamectin Benazoate	0.1 kg en 200 l de agua	76.28%	76.28%
Chlorpyrifos	0.04 l en 200 l de agua	58.36%	28.92%
Lufenuron 50	0.4 l en 200 l de agua	85.12%	69.79%

El gusano cogollero ha desarrollado resistencia a varios insecticidas en algunas regiones, lo que puede reducir la eficacia de ciertos productos químicos. Por ese motivo es importante conocer la resistencia local y seleccionar insecticidas a los que las poblaciones de gusano cogollero sean susceptibles. Prevenir la resistencia a los insecticidas, se recomienda rotar diferentes clases químicas de insecticidas y utilizarlos de manera estratégica.

El momento óptimo de tratamiento

La mayoría de los fracasos de los tratamientos ocurren porque se realizan tarde, cuando la larva ya se encuentra dentro del cogollo, mazorca, o cápsula, a partir del tercer estadio de desarrollo larvario.

El momento óptimo para realizar tratamientos de control de gusano cogollero es durante la etapa de larva, cuando las larvas son más susceptibles a los insecticidas.

El momento óptimo de tratamiento es aquel que sucede antes de que la larva se desarrolle más de 1,5 cm (es decir, el tercer instar larvario) ya que a partir de ese tamaño las larvas se alojan en el cogollo o en la espiga, dependiendo del momento del cultivo, di­ficultando su control al no ser alcanzadas por el pesticida.

En términos generales, el período larvario del gusano cogollero dura un promedio de 14-22 días, pasando generalmente por seis o siete instars larvarios. El ciclo completo (de huevo a adulto) dura aproximadamente entre 24 y 40 días.

Pero el cálculo de cambio de estado del ciclo de vida de las plagas no puede realizarse a partir de los días transcurridos pues los cambios de su metabolismo dependen de la acumulación de calor, que es variable.

Evidentemente no todos los años se producen los cambios en su desarrollo en las mismas fechas porque evidentemente las condiciones climatológicas que afectan a su desarrollo varían anualmente. Por ese motivo es fundamental poder determinar el momento en que se producen las distintas fases de desarrollo biológico de esta plaga.

Herramienta para el cálculo de la fecha para el tratamiento del Gusano cogollero

FuturCrop es una herramienta innovadora y avanzada que utiliza la inteligencia artificial y la información fenológica de las plagas para calcular el momento óptimo de tratamiento del gusano cogollero (Spodoptera frugiperda) y otras plagas agrícolas. Esta herramienta está diseñada para ayudar a los agricultores y técnicos agrícolas a tomar decisiones informadas y eficientes sobre el control de plagas, lo que les permite reducir el uso de insecticidas y mejorar la productividad de sus cultivos.

FuturCrop utiliza datos meteorológicos, información sobre el desarrollo biológico de las plagas y la ubicación específica de los cultivos para calcular el momento óptimo de tratamiento del gusano cogollero y otras plagas. Esto se basa en el principio de que el ciclo de vida de las plagas está influenciado por factores ambientales como la temperatura, la humedad y la luz solar, y que el momento óptimo para aplicar un tratamiento es cuando las plagas son más vulnerables y los daños potenciales son mayores.

Al utilizar FuturCrop, técnicos y agricultores pueden reducir el uso de insecticidas y minimizar los impactos negativos en el medio ambiente y la salud humana, al tiempo que mejoran la eficacia del control de plagas y maximizan el rendimiento de sus cultivos. Además, FuturCrop permite a los agricultores tomar decisiones más rápidas y eficientes sobre el control de plagas, lo que les permite ahorrar tiempo y dinero y mejorar su competitividad en el mercado.

Más información

Acción mundial de lucha contra el Gusano cogollero del Maíz, Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO)