Introducción
El control químico de plagas es una herramienta crucial en la agricultura moderna para proteger cultivos y garantizar la seguridad alimentaria. Sin embargo, el éxito de estos tratamientos depende de varios factores clave que deben ser cuidadosamente considerados.
Tipos de Plaguicidas o pesticidas
Un plaguicida es una sustancia química o biológica diseñada para prevenir, destruir, repeler o mitigar cualquier plaga. Las plagas pueden incluir insectos, ácaros, roedores, malezas, hongos, bacterias, virus, entre otros organismos que afectan la salud humana, la agricultura, los ecosistemas o la calidad de vida.
Insecticidas
Son plaguicidas diseñados para controlar insectos. Pueden actuar de diferentes maneras, como interferir en el sistema nervioso, interrumpir el desarrollo o afectar la reproducción de los insectos.
Herbicidas
Se utilizan para controlar o eliminar plantas no deseadas, también conocidas como malezas. Los herbicidas pueden clasificarse según su modo de acción, como sistémicos, de contacto o selectivos.
Fungicidas
Son plaguicidas que controlan los hongos que causan enfermedades en plantas, cultivos y productos almacenados. Los fungicidas pueden prevenir el crecimiento de hongos o eliminar las infecciones existentes.
Rodenticidas
Se utilizan para controlar y eliminar roedores, como ratas y ratones, que pueden ser vectores de enfermedades y causar daños en estructuras y cultivos.
Bactericidas y Viricidas
Son plaguicidas diseñados para controlar bacterias y virus que pueden afectar la salud humana, la agricultura y los ecosistemas.
Control de plagas agrícolas: Insecticidas
Los insecticidas son pesticidas diseñados específicamente para controlar, repeler o eliminar insectos. Estos productos químicos se utilizan en agricultura, jardinería, salud pública y control de plagas para proteger cultivos y prevenir enfermedades transmitidas por insectos..
Componentes de los insecticidas
- Ingrediente Activo (Materia Activa):
- Es el componente químico responsable de la actividad pesticida del insecticida. Actúa sobre el sistema nervioso, el desarrollo, la reproducción o el comportamiento de los insectos, causando la muerte, la inhibición del crecimiento o la repulsión. Las familias químicas más utilizadas como plaguicidas son Organoclorados, Organofosforados, Carbamatos, Piretroides, Bipiridilos, Clorofenoxiácidos, Cloro/Nitrofenoles, Organomercuriales, Tiocarbamatos, Triazinas: , Organoestánnicos.
- Ejemplos: DDT, Malatión, Permetrina, Imidacloprid.
- Solventes:
- Son sustancias utilizadas para disolver el ingrediente activo y facilitar la aplicación del insecticida. Pueden ser agua, aceites minerales, alcoholes u otros disolventes orgánicos.
- Ayudan a mejorar la solubilidad, la estabilidad y la penetración del insecticida en el medio objetivo.
- Tensioactivos o Surfactantes:
- Son compuestos que reducen la tensión superficial y mejoran la dispersión y la adherencia del insecticida en las superficies de las plantas o el suelo.
- Favorecen la penetración del insecticida en los tejidos de las plantas o el exoesqueleto de los insectos.
- Adyuvantes:
- Son sustancias añadidas a la formulación del insecticida para mejorar su eficacia, estabilidad, dispersión, adherencia o penetración.
- Pueden incluir emulsionantes, estabilizadores, antiespumantes, anticongelantes u otros aditivos.
- Inertes o Excipientes:
- Son sustancias que no tienen actividad pesticida y se utilizan como vehículos, diluyentes o estabilizadores en la formulación del insecticida.
- Pueden incluir arcillas, talcos, sílice, celulosa, glicerina, entre otros.
- Colorantes y Marcadores:
- Son sustancias añadidas al insecticida para facilitar la identificación, la aplicación y el seguimiento del producto.
- Los colorantes pueden ayudar a visualizar las áreas tratadas y garantizar una aplicación uniforme y completa.
La formulación y los componentes específicos de un insecticida pueden variar según el producto, el fabricante, la concentración del ingrediente activo y el tipo de aplicación (líquido, polvo, gránulos, aerosol).
Factores a tener en cuenta para la elección del insecticida
En la elección de un insecticida químico para controlar a los insectos hay que considerar varios factores que deben ser cuidadosamente considerados para garantizar una aplicación efectiva, segura y sostenible. A continuación, se describen los principales factores que determinan la elección de un insecticida químico:
Tipo de Plaga
Es fundamental identificar correctamente la plaga objetivo (insectos, ácaros, roedores, etc.) y conocer su ciclo de vida, hábitos, comportamiento y sensibilidad a diferentes tipos de insecticidas.
Algunos insecticidas son más efectivos contra ciertas plagas específicas, por lo que la elección del producto adecuado dependerá del tipo y la gravedad de la plaga a controlar.
Modo de Acción del Insecticida
Cada insecticida tiene un modo de acción específico que determina cómo afecta al sistema nervioso, el desarrollo, la reproducción o el comportamiento de los insectos.
Es importante seleccionar un insecticida con un modo de acción compatible con la biología y la fisiología de la plaga objetivo para maximizar la eficacia del control y minimizar el desarrollo de resistencias.
Materia Activa o Ingrediente Activo
La materia activa es el componente químico responsable de la actividad pesticida del insecticida. La elección de la materia activa adecuada es crucial para garantizar la eficacia del control, la seguridad de los cultivos, los animales y el medio ambiente.
Se deben considerar factores como la toxicidad, la persistencia, la selectividad, la compatibilidad con otros productos, la regulación y las restricciones de uso asociadas con cada materia activa.
Materias Activas
Como ya se comentó, la materia activa es el componente químico responsable de la actividad pesticida del producto. En el caso de los insecticidas, las materias activas son compuestos químicos diseñados para afectar específicamente a los insectos, ya sea alterando su sistema nervioso, su desarrollo o su reproducción.
Es necesario conocer las materias activas presentes en los insecticidas y su modo de acción para utilizarlos de manera segura y efectiva, minimizando los riesgos para la salud humana, los animales y el medio ambiente. Además, es importante seguir las recomendaciones de etiquetado, utilizar equipo de protección personal adecuado y aplicar los insecticidas según las indicaciones y dosis recomendadas por el fabricante o las autoridades reguladoras.
Formulación y Tipo de Producto
Los insecticidas están disponibles en diversas formulaciones (líquidos, polvos, gránulos, aerosoles) diseñadas para diferentes métodos de aplicación (aspersión, fumigación, cebo, tratamiento de semillas, etc.).
Es importante seleccionar el tipo de producto y la formulación más adecuada según el método de aplicación, las condiciones ambientales, el tipo de cultivo y la plaga objetivo para garantizar una distribución uniforme y una cobertura efectiva del insecticida.
Compatibilidad con Otros Métodos de Control y Prácticas Agrícolas:
Es fundamental considerar la compatibilidad del insecticida con otros métodos de control integrado de plagas (MIP), prácticas agrícolas sostenibles y organismos beneficiosos (polinizadores, enemigos naturales, fauna del suelo).
La elección de insecticidas de baja toxicidad para organismos beneficiosos y de bajo impacto ambiental puede contribuir a la conservación de la biodiversidad, la salud del suelo y la resiliencia de los agroecosistemas.
Regulación, Seguridad y Residuos
Se deben cumplir las regulaciones locales, nacionales e internacionales relacionadas con el registro, la comercialización, el uso seguro y la gestión de residuos de insecticidas.
Es fundamental conocer y seguir las normativas y las recomendaciones de seguridad, utilizar equipo de protección personal adecuado y gestionar adecuadamente los envases vacíos y los residuos de productos químicos para minimizar los riesgos para la salud humana, los animales y el medio ambiente.
La elección de un insecticida químico contra los plaguicidas depende de una evaluación integral de la plaga objetivo, la biología y la fisiología de la plaga, el modo de acción del insecticida, la materia activa, la formulación del producto, la compatibilidad con otros métodos de control y prácticas agrícolas, y el cumplimiento de las regulaciones y las normativas de seguridad y sostenibilidad.
La materia activa: Tipos de insecticidas
Insecticidas Organoclorados
DDT, Lindano, Endosulfán.
Actúan sobre el sistema nervioso de los insectos, alterando la transmisión de impulsos nerviosos.
DDT: Utilizado históricamente para el control de mosquitos, pulgas, piojos, garrapatas y otras plagas en cultivos de algodón, café, cacao, cereales y frutales. Actualmente restringido o prohibido en la mayoría de los países debido a su persistencia y toxicidad ambiental y riesgos para la salud humana y animal.
Persistentes en el medio ambiente y bioacumulativos, pueden representar riesgos para la salud humana y el medio ambiente.
Insecticidas Organofosforados
Malatión, Paratión, Clorpirifos.
Inhiben la enzima acetilcolinesterasa, afectando el sistema nervioso de los insectos.
Malatión: Utilizado para controlar moscas de la fruta, pulgones, trips, ácaros y otras plagas en una amplia variedad de cultivos.
Paratión: Recomendado para el control de pulgones, trips, gusanos y otras plagas en cultivos de hortalizas, frutales y cereales.
Riesgos para la salud humana y el medio ambiente si no se utilizan correctamente, algunos son de acción rápida y otros de acción prolongada.
Insecticidas Carbamatos
Carbaryl, Aldicarb, Methomyl.
Inhiben la enzima acetilcolinesterasa, similar a los organofosforados pero con menor persistencia.
Carbaryl (Sevin): Formulado como polvo, gránulos y aerosol, utilizado para el control de gusanos, escarabajos, pulgones, ácaros y otras plagas en cultivos de frutas, hortalizas, cereales y ornamentales.
Aldicarb (Temik): Utilizado para el control de nematodos, gusanos, trips y otras plagas en cultivos de algodón, hortalizas, frutales y cereales.
Menos persistentes en el medio ambiente que los organofosforados, pero aún pueden representar riesgos para la salud y el medio ambiente.
Insecticidas Piretroides:
Permetrina, Deltametrina, Cipermetrina.
Actúan sobre el sistema nervioso de los insectos, afectando los canales de sodio y provocando la parálisis y la muerte.
Permetrina: Formulado como líquido, aerosol y gránulos, recomendado para el control de gusanos, escarabajos, pulgones, mosquitos y otras plagas en cultivos de hortalizas, frutales, cereales y ornamentales.
Cipermetrina: Utilizado para el control de gusanos, escarabajos, pulgones, moscas, ácaros y otras plagas en cultivos de hortalizas, frutales, cereales, algodón y ornamentales.
Ampliamente utilizados debido a su efectividad y menor toxicidad para mamíferos, aves y peces, pero pueden ser tóxicos para insectos beneficiosos y otros organismos no objetivo.
Insecticidas Neonicotinoides:
Imidacloprid, Clothianidin, Thiamethoxam.
Actúan sobre los receptores nicotínicos de acetilcolina en el sistema nervioso central de los insectos.
Imidacloprid: Formulado como gránulos, polvo, líquido y tratamiento de semillas, utilizado para el control de pulgones, escarabajos, gusanos y otras plagas en cultivos de cereales, hortalizas, frutales, algodón y ornamentales.
Clothianidin: Recomendado para el control de plagas del suelo y tratamiento de semillas en cultivos de maíz, soja, algodón, hortalizas y frutales.
Ampliamente utilizados en la agricultura, pero cuestionados debido a su potencial toxicidad para las abejas y otros polinizadores.
El formulado del insecticida
¿Qué es el formulado de los insecticidas?
El formulado de un insecticida se refiere a la combinación y concentración de ingredientes activos y aditivos en una solución o polvo. El formulado adecuado puede mejorar la eficacia del plaguicida, facilitar su aplicación y reducir el riesgo de residuos no deseados en los cultivos. Además, el formulado puede influir en la persistencia, la solubilidad y la estabilidad del plaguicida, afectando su efectividad a largo plazo.
Variables a tener en consideración
Cuando se escoge un insecticida no sólo hay que tener en cuenta que el principio activo sea el indicado para la plaga que hayamos identificado en el campo, sino que también hay que considerar:
el tipo de formulado del producto, si se trata de un insecticida sólido o líquido, su grado concentración del principio activo -pues no todos los tipos de formulación permiten una alta concentración del principio activo-, algo importante cuando tenemos en cuenta que la mayor concentración de principio activo permite reducir los costes por hectárea de su utilización.
Y hay que tener en cuenta también su facilidad de almacenamiento y el coste de disposición de sus residuos. En general, los envases de los insecticidas sólidos resultan sencillos de eliminar cuando se trata de papel o cartón en reducido volumen, comparados con los bidones de plástico de las formulaciones líquidas.
También hay que tener en cuenta la capacidad corrosiva del formulado en boquillas u otras partes pulverizadora, si necesita o no agitación permanente de la mezcla, etc. Por ejemplo, los formulados sólidos son abrasivos, y pueden dañar la boquilla, afectando la calidad de futuras aspersiones. O según la solubilidad, la mezcla necesitará mayor o menor agitación, para evitar que se sedimente el principio activo, variando entonces su eficiencia.
Formulación | Problemas de mezcla | Fitotoxicidad (efecto tóxico sobre el crecimiento de las plantas) | Efecto en el equipo de aplicación | Agitación requerida | Residuo visible | Compatibilidad con otras formulaciones |
Polvo mojable | inhalación de polvo | no | abrasivo | si | si | altamente |
gránulos de dispersión por agua | mínimo | no | abrasivo | si | si | buena |
Polvos solubles | Inhalación de polvos | poco probable | no abrasivo | no | un poco | regular |
Concentrados emulsionables | Derrames y salpicaduras | Posible | Afecta partes de gomas y la bomba | si | no | regular |
Soluciones | Derrames y salpicaduras | no | no abrasivo | no | no | regular |
Polvos | Severos peligros por inhalación | no | no aplica | si | si | no aplica |
Gránulos | Mínimo | no | no aplica | no | no | no aplica |
Formulaciones microencapsuladas | Derrames y salpicaduras | no | no aplica | si | no aplica | regular |
Formulados líquidos y sólidos
A partir de la división de los formulados químicos en sólidos y líquidos, podemos determinar en líneas generales las ventajas e inconvenientes de los plaguicidas.
El momento de tratamiento
El momento óptimo de aplicación de tratamientos químicos contra plagas en agricultura es esencial para maximizar su eficiencia y efectividad. Dos de los factores más críticos a considerar para determinar el momento adecuado de tratamiento son la climatología y la vulnerabilidad de la plaga.
Vulnerabilidad de la Plaga
Identificar y dirigir los tratamientos químicos durante las etapas más vulnerables y susceptibles de las plagas (huevos, larvas, ninfas, adultos jóvenes) puede maximizar la eficacia del control y minimizar el desarrollo de resistencias. Las etapas de mayor vulnerabilidad suelen ser aquellas en las que las plagas están más activas, expuestas y receptivas a los insecticidas.
Evaluar la densidad, la abundancia, la distribución y la dinámica de las poblaciones de plagas en el cultivo y el agroecosistema puede proporcionar información valiosa para ajustar los umbrales de intervención, la intensidad de los tratamientos y las estrategias de manejo integrado de plagas (MIP) para prevenir, mitigar y controlar las infestaciones y los daños económicos.
FuturCrop es una herramienta innovadora que utiliza tecnología avanzada para predecir el momento óptimo de tratamiento basado en condiciones meteorológicas, ciclo de vida de la plaga y estado del cultivo. Utilizar FuturCrop puede ayudar a optimizar la aplicación de plaguicidas, reducir los costos y minimizar los riesgos asociados con el uso excesivo o inadecuado de plaguicidas.
Climatología
- La temperatura ambiental puede influir en la actividad, el desarrollo y la reproducción de las plagas, así como en la eficacia y persistencia de los insecticidas. Las condiciones de temperatura óptimas pueden acelerar la actividad metabólica de las plagas, aumentar su vulnerabilidad y mejorar la absorción y distribución de los insecticidas en los tejidos y sistemas de las plantas.
- La humedad relativa y el contenido de agua en los cultivos y el suelo pueden afectar la actividad, la movilidad, la adherencia y la absorción de los insecticidas, así como la supervivencia, la reproducción y el comportamiento de las plagas. Las condiciones de humedad adecuadas pueden facilitar la dispersión y la penetración de los insecticidas, reducir la volatilización y el lavado, y mejorar la persistencia y la eficacia del tratamiento.
- La velocidad y la dirección del viento pueden influir en la deriva, la dispersión, la deposición y la volatilización de los insecticidas aplicados, así como en la eficacia y la cobertura del tratamiento. Las condiciones de viento calmado o moderado y dirección favorable pueden minimizar la deriva, mejorar la precisión y la uniformidad de la aplicación, y aumentar la adherencia, la absorción y la protección de los insecticidas en las plantas y los objetivos.
- La intensidad y la duración de la luz solar pueden afectar la actividad, el comportamiento y la vulnerabilidad de las plagas, así como la degradación, la fototoxicidad y la persistencia de los insecticidas. Las condiciones de luminosidad adecuadas pueden aumentar la actividad y la movilidad de las plagas, mejorar la eficacia y la absorción de los insecticidas, y reducir la degradación y la fotodegradación de los productos aplicados.
Bibliografía
- Casida, J.E., Quistad, G.B. (2004). Pesticide Toxicology and International Regulation. Springer.
- Hadaway, A.B. (2006). Pesticides: Health, Safety and the Environment. John Wiley & Sons.
- Whalon, M.E., Mota-Sanchez, D., Hollingworth, R.M. (2008). Global Pesticide Resistance in Arthropods. CABI Publishing.
Websites de interés
- Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) – Sitio web
- Centers for Disease Control and Prevention (CDC) – Sitio web
- Universidad de California, Agricultura y Recursos Naturales (UC ANR) – Sitio web
- Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos (EPA) – Sitio web
- Universidad de Cornell, Departamento de Entomología – Sitio web
Estos organismos y universidades ofrecen información confiable, investigaciones científicas y recursos educativos sobre el control de plagas, plaguicidas y prácticas agrícolas sostenibles. Es fundamental consultar fuentes autorizadas y actualizadas al planificar y ejecutar tratamientos químicos de control de plagas para garantizar la seguridad, eficacia y sostenibilidad de las prácticas agrícolas.
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Información adicional
Registro de productos fitosanitarios, Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Gobierno de España
Clasificación del modo de acción de insecticidas y acaricidas. IRAC