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Cómo favorecer la biodiversidad y el control biológico de plagas

Los problemas del sistema actual de producción agrícola La acción de los insecticidas contra las plagas y sus depredadores naturales, los monocultiovs, la eliminación indiscriminada de malezas, flora y arbustiva autóctona como reservorio de fauna útil, son algunas de las principales causas del problema de la proliferación actual de plagas en la agricultura. Daños medio ambientales La agricultura considerada como proceso industrial de producción, que aumenta la producción al menor coste y acelera los procesos mediante productos químicos, lleva años causando serios problemas medioambientales. Entre otras cosas, este sistema de producción favorece la limpieza de campos de matorrales, setos, árboles y arbustos. Pero esta práctica supone la pérdida de la biodiversidad en los paisajes agrícolas y la eliminación de los hábitats propios de las especies autóctonas, depredadores y parásitos de plagas, y provoca por tanto una mayor vulnerabilidad de los cultivos a plagas y enfermedades. Una estrategia de Manejo Integrado de Plagas debe mantener la Biodiversidad mediante prácticas agrícolas que favorezcan el control biológico de plagas conservativo. Problemas actuales del control de plagas agrícolas Esta intensificación en la producción agrícola crea una altísima presión de plagas y enfermedades sobre los cultivos, que se combate habitualmente con productos químicos. Sin embargo, numerosas investigaciones demuestran que el uso indiscriminado de los insecticidas agrícolas causa daños en el medio ambiente, en el agricultor, y en el propio consumidor. Conociendo los daños que estos productos pueden causar, la práctica habitual del uso sistemático de productos fitosanitarios en la agricultura se justifica exclusivamente por el beneficio económico. Pero el uso de insecticidas químicos debe ser limitado a lo necesario, optimizado para reducir los tratamientos al momento en que su uso sea más eficiente. Y para ello es preciso tener un conocimiento del desarrollo biológico de la plaga, mediante monitoreos frecuentes (o automatizados) y herramientas predictivas de las dinámicas poblacionales de las plagas. Control de plagas mediante Organismos de Control Biológico Entre los medios de lucha contra la acción de las plagas cada vez es más frecuente utilizar depredadores y parásitos como medios alternativos/complementarios a los productos fitosanitarios. El control biológico es practicado habitualmente mediante la introducción en el medio de enemigos naturales (en muchas ocasiones exóticos) para el control de las plagas. Pero este tipo de control biológico requiere habitualmente de asistencia técnica especializada, y su éxito depende en gran medida de la oportunidad de la suelta de insectos y que esta se realice en las condiciones climatológicas adecuadas. El control biológico de las plagas suele ser además un recurso caro en comparación con la aplicación de insecticidas. Control Biológico de Plagas Conservativo Pero el control biológico de plagas puede también ser promovido de una manera natural, conservadora, como consecuencia de la introducción de ciertas modificaciones en el entorno agrícola, los hábitats, que favorezcan la presencia de los enemigos naturales  y autóctonos de las plagas. Introducir o conservar setos multi específicos (al menos 5 especies arbustivas), conservar arbustos y follaje, las cubiertas vegetales, malezas que no afecten al cultivo, conservar islas de vegetación o corredores verdes, mantener márgenes de campos con flores silvestres, etc  en el entorno agrícola permite establecer un reservorio de especies depredadoras o parasitarias de plagas, asegurando su hábitat y su alimento. De este modo, aumentando la diversidad de enemigos naturales se consigue disminuir la densidad de las poblaciones de plagas. Flora autóctona El manejo y conservación de parches seminaturales en los bordes de caminos, de límites entre lotes, terraplenes y otras áreas no manejadas, permite ayudar a la regulación de las poblaciones de insectos fitófagos. Incluso la maleza que no interfiere con el rendimiento del cultivo permite aportar alimento a las poblaciones de insectos durante todo su ciclo de vida, y constituyen un sostén fundamental de la biodiversidad animal. Es importante controlar que las especies para esos hábitats florezcan secuencialmente, para proporcionar alimento todo el año (polen o néctar) a los enemigos naturales de las plagas, que sean especies vegetales autóctonas, y que que no especies sean hospederas de enfermedades víricas, que puedan ser transmitidas a los cultivos. En el entorno mediterráneo, por ejemplo, el escobizo o bocha blanca es una planta que puede servir en este sentido. Además, se trata de una planta que contribuye a fertilizar los suelos. También son plantas idóneas que sirven como reservorio de fauna la adelfilla, el tomillo, la esparraguera blanca, el romero, el mirto, el esparto, etc. Organismos de Control Biológico conservativo Mediante la conservación de este tipo de hábitats se favorece la presencia de larvas y adultos de la familia de Carábidos (una de las familias más grandes de los Coleópteros), presentes en setos y cultivos de cobertura,  que son depredadores de orugas, pupas y adultos de Lepidópteros. También favorecemos la presencia de Estafilínidos, que son también Coleópteros depredadores de huevos y larvas de mariposas. O Coccinélidos, como las mariquitas, que depredan tanto en estado adulto como en estado de larva, pulgones, cochinillas y otras especies de plagas. Las chinches, que  se alimentan de áfidos, huevos y otros insectos de cuerpo blando, como los Antocóridos (que suelen localizarse en las flores y depredan diariamente entre 20 y 40 ácaros y trips), los Orius o los Míridos (por ejemplo, Dicyphus tamaninii y Macrolophus caliginosus, que contribuyen al control de mosca blanca). Las larvas de crisopas son depredadoras de  áfidos, aunque también atacan a otras plagas agrícolas, como escamas, psílidos, ácaros, etc. Suelen estar presentes en zonas naturales con presencia de hierbas, arbustos y árboles, pues también se alimentan de su néctar y polen. Ciertas moscas son depredadoras de insectos nocivos para los cultivos, como las de la familia de los Sírfidos, los cuales ponen los huevos entre las colonias de pulgones para que sirvan como alimento de sus muy voraces larvas. Además facilitan la polinización cuando son adultos, pues se alimentan de néctar y polen. Evidentemente el control de biológico de plagas conservativo, mediante el desarrollo y cuidado de esos hábitats que facilitan la presencia de depredadores autóctonos de plagas puede tener algunos inconvenientes, pues reduce en alguna medida  la superficie de la

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El uso del plástico en la agricultura y sus consecuencias en el medio ambiente

El consumo mundial de plástico Desde los años 1950 se han producido unas 8.300 millones de toneladas de plástico para todo tipo de usos,  que han generado unos 6.300 millones de residuos, de los cuales se calculó en el año 2017 que sólo un 9% habían sido reciclados. Para determinar la magnitud del problema podemos considerar que si el índice de plástico reciclado es tan bajo y la producción mundial de plástico ha pasado de 2,1 millones de toneladas en los años 150 a los 407 millones en el año 2015, el plástico sin reciclar que acaba en el mar ha crecido exponencialmente. Los residuos de plástico acumulado en el mar se deshace en fragmentos mínimos, micro plásticos, que ya se detectan en los análisis de las aguas y en algunos organismos, incorporándose a la cadena trófica. La agricultura española es el quinto sector consumidor de plásticos en España. El uso del plástico en la agricultura La agricultura lleva más de 30 años recurriendo al plástico para incrementar su producción, ofrecer a los mercados productos fuera de temporada y ejercer un mayor control sobre los recursos. La tecnología del plástico en la agricultura ha permitido crear las condiciones idóneas para que el desarrollo del cultivo sea óptimo, protegiéndolo de las inclemencias del tiempo, aprovechando mejor el uso del agua de regadío, conservando la humedad, etc. El plástico se utiliza en la agricultura de varias maneras para mejorar la eficiencia y la productividad de los cultivos. Por lo tanto, es importante que los agricultores y la industria agrícola consideren prácticas sostenibles y opciones de reciclaje para reducir el impacto ambiental del plástico en la agricultura. El problema del plástico utilizado en la agricultura Los beneficios del plástico en agricultura le ha permitido realizar grandes avances. Sin embargo, a pesar de los beneficios que ofrece el plástico en la agricultura, también plantea preocupaciones ambientales, como la generación de residuos plásticos y la contaminación. El uso de plásticos en la agricultura, como láminas de plástico en invernaderos, películas de polietileno para acolchado de suelos y mallas de sombra, genera una gran cantidad de residuos plásticos. Estos residuos pueden acumularse en los campos, causando contaminación visual y ambiental. Un tema de creciente preocupación hace referencia a que los plásticos utilizados en la agricultura pueden fragmentarse en microplásticos debido a la exposición a la radiación solar y otros factores ambientales. Estos microplásticos pueden quedar atrapados en el suelo, lo que puede afectar la calidad del suelo y su capacidad para retener agua y nutrientes. Además los plásticos agrícolas pueden ser arrastrados por el viento o el agua, lo que puede llevar a la contaminación de cuerpos de agua cercanos. Esto tiene un impacto negativo en los ecosistemas acuáticos y en la calidad del agua. Los animales, como aves y mamíferos, a menudo ingieren plásticos agrícolas que se han descompuesto en partículas más pequeñas. Esto puede tener efectos perjudiciales en la salud de la fauna y en la cadena alimentaria. A pesar de ello, gran parte del plástico utilizado en agricultura termina en basureros, quemado o abandonados en el medio ambiente, donde tienen un gran impacto ambiental. Ese plástico sin rehúsar ni reciclar, que se deshecha en el suelo o en los ríos, acaba finalmente en el mar, en una cantidad muy difícil de determinar. ¿Cómo solucionar el problema? La eliminación adecuada de los plásticos agrícolas es un desafío. A menudo, los agricultores los queman, lo que puede liberar contaminantes tóxicos en el aire. La gestión inadecuada de los residuos plásticos agrícolas también contribuye a la contaminación del suelo y el agua. Para abordar estos problemas, se están explorando soluciones como el desarrollo de plásticos biodegradables, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles que reduzcan la dependencia de plásticos, y la implementación de programas de reciclaje y gestión de residuos más efectivos. La conciencia pública y la regulación gubernamental también desempeñan un papel importante en la búsqueda de soluciones para el problema del plástico en la agricultura. Se trata de un material altamente contaminante porque se degrada muy lentamente. Y no siempre es posible su reutilización en la agricultura. Por ejemplo el plástico utilizado como “mulch” se rompe fácilmente debido a la radiación ultravioleta y a la temperatura. Pero si no se puede rehusar, sí que se puede reciclar para darle otros usos. E incluso si el reciclado no es viable, los plásticos se pueden convertir en energía. Tal vez se trate de un problema de concienciación, de dejadez. Y para luchar contra esas actitudes, únicamente hace falta que trabajen las instituciones e implementen los mecanismos necesarios para que esas prácticas no sucedan impunemente. Más información How Plastics From Your Clothes Can End Up in Your Fish, Time Magazine Microplastics in fisheries and aquaculture. Food and Agriculture. Organization of the United Nations

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Los bioplaguicidas como alternativa

Una oportunidad de mercado A partir de los años 50 el empleo de plaguicidas sintéticos para el control de plagas y malezas se generalizó en la agricultura debido a la reducción de mano de obra, su efectividad, simplicidad y rapidez de actuación. Pero con el transcurso del tiempo se han descubierto sus efectos sobre la salud humana, la fauna benéfica, los problemas que generan de contaminación ambiental y el desarrollo de resistencia en los insectos que ha reducido su eficacia. El mercado de plaguicidas sintéticos continúa creciendo, pero los consumidores son cada vez más conscientes de los daños que causan. Y los Gobiernos, a través de los órganos reguladores, aprueban menos plaguicidas, o los retiran gradualmente del mercado. Además el coste de nuevos pesticidas sintéticos se sitúa en unos US$240, mientras que el desarrollo de un nuevo biopesticida alcanza se establece en los US$15-25 millones”. Esta situación abre oportunidades la introducción de productos desarrollados por la biotecnología en el mercado de los insumos agrícolas. Ya se nota esa tendencia en el mercado: mientras el mercado de los plaguicidas sintéticos crece anualmente un 2%, los bioplaguicidas lo están haciendo en un 10% anual. Y es un hecho que el sector agrícola necesita productos eficaces contra las plagas y la maleza Los biopesticidas Existen varios productos en el mercado, pero el uso de biopesticidas, es decir, pesticidas derivados de materias de origen animal, vegetal, bacteriano y mineral, aún no se ha generalizado en la agricultura de producción intensiva. Prácticamente no se contemplan como sustitutos de los pesticidas, sino como un complemento a éstos. O en la agricultura orgánica, los biopesticidas se suelen utilizar como una herramienta que complementa las prácticas culturales en el control de plagas. Contrariamente a la opinión generalizada, un producto orgánico no significa necesariamente que esté libre de pesticidas, sino que éstos no son de naturaleza sintética. Los biopesticidas aprobados para su uso en agricultura orgánica suelen ser menos peligrosos que los pesticidas de síntesis, pero la naturaleza biológica o mineral de sus compuestos no significa que todos carezcan de efectos tóxicos. Por ejemplo, la rotenona, una sustancia de origen vegetal catalogada desde el año 2007 como toxina ambiental, y que tiene un grado de toxicidad similar al DDT, se comercializa en varios países para el control de plagas en árboles frutales, como pulgones, cochinillas, orugas, ácaros, etc. Sin embargo, por sus efectos tóxicos, la rotenona ha sido excluido del listado de productos fitosanitarios de la Unión Europea desde 2008. También los fungicidas que incluyen como principios activos determinados compuestos del cobre, y que son muy utilizados preventivamente en la producción intensiva de frutales, hortalizas, vid, etc, tienen un alto impacto ecotoxicológico, y varios estudios demuestran que son contaminantes del suelo. El prefijo bio, por consiguiente, no es necesariamente sinónimo de no tóxico. Al igual que sucede con los plaguicidas de síntesis, también es preciso evaluar los indicadores de riesgo de los bioplaguicidas. Además, dado que su aplicación requiere altas dosis, y generalmente mayor número de tratamientos, su impacto ecotoxicológico puede ser finalmente mayor que el de ciertos plaguicidas. Lo importante no es el origen natural de sus componentes, o su eficacia, sino su toxicidad y efectos sobre el medioambiente. Se suelen clasificar los biopesticidas según el origen de su ingrediente activo, que pueden ser microorganismos, bioquímicos y semioquímicos. Microorganismos Son empleados en el control de insectos, patógenos y también malezas. Se obtienen a partir de bacterias, hongos, virus y levaduras. Bacterias El biopesticida microbiano más usado en el mundo es el obtenido a partir de Bacillus thuringiensis (Bt), una bacteria que habita en el suelo. Los biopesticidas desarrollados a partir de ésta bacteria están formados por las endoesporas que producen, y los cristales de la proteina ∂-endotoxina que se forma durante el proceso de de esporulación. Sus ventas representan aproximadamente el 66% de las ventas de biopesticidas. Se utiliza para el preparado de productos, que deben ser ingeridos por el insecto plaga, y en la modificación genética de plantas, que resultan productoras de las toxinas Bt. En agricultura es usado para el control de lepidópteros, dípteros, coleópteros, hemípteros y nemátodos, que afectan a numerosos tipos de cereales, oleaginosas, frutas y hortalizas. El uso de productos que utilicen el Bacillus thuringiensis, para ser realmente eficientes, necesitan un conocimiento específico del estadío de desarrollo biológico de la plaga, pues prácticamente sólo afectan a los estadios larvarios L1 y L2 de las especies de plagas mencionadas. Por ese motivo es importante realizar un monitoreo de los cultivos y el estado de las plagas, o automatizar el proceso mediante un software como FuturCrop. Mico-fungicidas Son fungicidas biológicos desarrollados principalmente a partir de  hongos y bacterias. Suelen ser menos eficientes que los fungicidas de síntesis porque tienen ciertas limitaciones ambientales de aplicación, escasa vida útil, y son de acción lenta. Por ese motivo, no son recomendables en situaciones epidémicas, ni en en cultivos extensivos. Suelen utilizarse en cultivos intensivos en invernadero. Se han comercializado varios mico-herbicidas para cultivos de soja, arroz y cítricos. Sin embargo tienen algunas limitaciones respecto a su eficacia, persistencia, dispersión, y pueden causar daños a especies que no son el objetivo de acción. Virus entomopatógenos Se conocen alrededor de 450 especies de virus capaces de causar enfermedades a insectos y ácaros. Los más usados como biopesticidas pertenecen a la familia de los Baculovirus (como los virus de la poliedrosis nuclear o nucleopoliedrovirus), que afectan 13 subfamilias de lepidópteros. Es la familia de virus más estudiada, pero afectan exclusivamente a lepidópteros. Generalmente los virus tienen una limitación de eficacia a los insectos para los que fueron aislados. Tienen bajo impacto ecotoxicológico y, según las pruebas de laboratorio  son eficaces contra todos los estados larvarios del insecto. Bioquímicos Bajo esta denominación se incluyen una amplia variedad de productos para el control de plagas, desarrollados a partir de feromonas de insectos, extractos de aceites vegetales y botánicos. Extractos vegetales de toxinas (fitopesticidas) Existen  numerosas familias vegetales con capacidad insecticida, como la Familia Piperaceae, Liliaceae (Allium) y Brassicaceae (Crucíferas). Se conocen 2,400

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la revolución verde

La Revolución Verde

El modelo de producción agrícola intensiva: Norman Ernest Borlaug Se repite constantemente que el problema del hambre en el mundo no es un problema de producción de alimentos, sino de reparto de las calorías producidas. Y se valida de este modo un sistema de producción agrícola predominante desde los años 50, que prima a cualquier coste la productividad por hectárea. Y es cierto que globalmente la producción agrícola ha aumentado el rendimiento por superficie cultivada. Este modelo de producción agrícola intensiva supuso una revolución en los años 50 y fue consecuencia, entre otros, de la labor de un insigne ingeniero agrónomo, genetista y fitopatólogo norteamericano llamado Norman Ernest Borlaug. Al conjunto de técnicas que promovieron este incremento en la productividad agrícola se le denominó Revolución Verde, y se basaba principalmente en la utilización de variedades de semillas de alto rendimiento, cultivadas en grandes extensiones de monocultivo, y en la utilización de grandes cantidades de fertilizantes, fitorreguladores y pesticidas. Borlaug es considerado por muchos el padre de la agricultura moderna, y recibió en 1970 el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en la erradicación del hambre y la desnutrición en los países desarrollados. Se trataba de adaptar, mediante tecnología química y mecánica, la Naturaleza a las necesidades humanas de consumo de alimentos. Fue el inicio del proceso de industrialización en la producción de agrícola. Este tipo de agricultura hizo posible la internacionalización de la comercialización agrícola. Con financiación de la Fundación Rockefeller, Borlaug inició sus trabajos en 1945 en Sonora (México), donde había un gran problema con distintos tipos de roya que afectaba a los trigales mexicanos. Su equipo de investigación logró el desarrollo de variedades enanas de trigo de alto rendimiento, amplia adaptación, resistentes a enfermedades y con alta calidad industrial, con las cuales México incrementó notablemente su producción. Sus resultados fueron juzgados como un éxito por la Fundación Rockefeller la cual ayudó a su propagación a otros países. En 1961 el Ministerio de Agricultura de la India invitó a Borlaug y se promovió el uso de una variedad de arroz semienana (IR8), capaz de producir más granos de arroz por planta en determinadas condiciones de fertilización y riego. Se multiplicó por 10 el rendimiento del arroz tradicional y en 10 años, se redujo a la mitad el coste de arroz en la India. La Revolución Verde obtuvo un gran éxito en el aumento de la producción de cereales, gracias a las nuevas técnicas de producción se consiguió aumentar un 250% la producción de grano mundial. Los problemas de la Revolución Verde Pero el principio de incremento de la productividad agrícola que perseguía a toda costa, y la aplicación de las técnicas para conseguirlo, han cambiado casi totalmente el proceso de producción agrícola. El valor nutricional de las cosechas y el empobrecimiento de la diversidad genética Los cultivos de cereales de alto rendimiento, esas variedades obtenidas por los investigadores predominan en la actualidad, pese a que su valor nutricional es actualmente cuestionado (proteinas de baja calidad, alto contenido en hidratos de carbono, y calorías, deficiencias en aminoácidos esenciales, etc). Esos cultivos tan productivos han empobrecido la dieta humana global y están empobreciendo diversidad genética (componente básico de la biodiversidad). Invonvenientes de los monocultivos Además el sistema de monocultivo y la producción agrícola industrializada tiene varios aspectos negativos que perjudican tanto al productor como al agricultor. Los monocultivos genéticamente homogéneos aumentan el peligro de ataque masivo de plagas y enfermedades, haciendo habitual y repetitiva la aplicación de plaguicidas. De hecho, de manera similar a como ha crecido la productividad agrícola en el mundo, ha crecido el sector comercial que suministra insumos químicos a la agricultura. La utilización de fitosanitarios La utilización de productos químicos, fertilizantes y pesticidas, para incrementar la productividad de los cultivos ha provocado desequilibrios ambientales y graves problemas para la salud humana, muchos de ellos aún por determinar. Actualmente, la agricultura es uno de los sectores que indirectamente más contaminación produce. La Revolución Verde es posible que haya disminuido el número de hambrientos (aunque actualmente se estima que todavía existen en el mundo unas 1.000 millones de personas hambrientas); pero también es cierto que existen unos 1.200 millones de personas con problemas de obesidad. El coste medioambiental y en la salud de las personas aún está por determinar. Vínculos externos Enseñanzas de la revolución verde: hacia una nueva revolución verde. Cumbre mundial sobre la alimentación. FAO, 1996 La Inacabada Revolución Verde – El Futuro Rol de la Ciencia y la Tecnología en la Alimentación del Mundo en Desarrollo by Norman E.Borlaug and Christopher Dowswell. Iowans Who Fed The World – Norman Borlaug: Geneticist.

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10 errores frecuentes en el control de plagas agrícolas

1. Errores del sistema de producción agrícola actual Las características del actual sistema de producción agrícola facilita la proliferación de plagas hasta convertirlas en uno de los principales problemas de la producción agrícola actual. Hay algunas soluciones que pueden ayudar a abordar este problema: Diversificación de Cultivos: La rotación de cultivos y la diversificación de los tipos de cultivos plantados en una parcela pueden reducir la acumulación de plagas específicas y mejorar la salud del suelo. Plantar una variedad de cultivos puede interrumpir los ciclos de vida de las plagas y promover la presencia de enemigos naturales que controlen las poblaciones de plagas. Manejo Integrado de Plagas (MIP): Adoptar un enfoque de Manejo Integrado de Plagas que combine diferentes estrategias de control, como el control biológico, el control cultural, el control mecánico y el uso selectivo de pesticidas, puede ayudar a reducir la dependencia de los insecticidas y minimizar los impactos ambientales. Prácticas Agrícolas Sostenibles: Promover prácticas agrícolas sostenibles, como el uso de abonos orgánicos, la conservación del suelo, la siembra directa y la gestión integrada de nutrientes, puede mejorar la salud de los cultivos y reducir la incidencia de plagas. Policultivos y Agroecología: Incorporar sistemas de policultivos y principios de agroecología puede aumentar la biodiversidad en las parcelas agrícolas, lo que a su vez puede ayudar a reducir la presión de las plagas al proporcionar hábitats para enemigos naturales y promover la resistencia de los cultivos. Monitoreo y Vigilancia Constantes: Realizar un monitoreo regular y sistemático de las plagas y sus enemigos naturales en los cultivos puede ayudar a detectar problemas temprano y tomar medidas preventivas antes de que las infestaciones se vuelvan graves. Educación y Capacitación: Proporcionar educación y capacitación a los agricultores sobre prácticas de manejo integrado de plagas y métodos de control alternativos puede ayudar a mejorar su capacidad para gestionar los problemas de plagas de manera efectiva y sostenible. Al implementar estas soluciones y adoptar un enfoque holístico hacia el manejo de plagas, los agricultores pueden reducir la incidencia de problemas de plagas y promover sistemas agrícolas más saludables y sostenibles. 2. Identificación errónea de las plagas Identificar plagas en los cultivos puede ser difícil por varias razones: Existen miles de especies diferentes de plagas que pueden afectar a los cultivos, y muchas de ellas tienen características similares entre sí. Esto puede dificultar la identificación precisa de la plaga específica que está causando daños en un cultivo. Además, las plagas pueden pasar por varias etapas de desarrollo a lo largo de su ciclo de vida, desde larvas hasta adultos, y pueden tener diferentes aspectos en cada etapa. Identificar la plaga en una etapa temprana del ciclo de vida puede ser más difícil que en etapas posteriores. Los síntomas de daño causados por diferentes plagas a menudo pueden ser similares, lo que dificulta la atribución de los daños a una plaga específica. Esto puede confundir a técnicos y agricultores y dificultar la implementación de medidas de control adecuadas. Algunas plagas pueden ser menos comunes o solo aparecer en ciertas condiciones ambientales específicas, lo que dificulta su identificación si no se encuentran regularmente en la región. Las plagas foráneas, transnacionales, son especialmente difíciles de identificar y controlar. La identificación precisa de plagas en los cultivos puede ser un desafío debido a la gran variedad de especies, los ciclos de vida complejos, el camuflaje, los síntomas de daño similares y la falta de conocimiento especializado. Sin embargo, con la capacitación adecuada, el monitoreo regular y el uso de herramientas de apoyo como las nuevas tecnologías informáticas, los agricultores pueden mejorar su capacidad para identificar y manejar las plagas de manera efectiva. Identificación de plagas en sus estados larvarios El momento más habitual en el que se produce la identificación de la plaga es cuando se observa el daño en la planta y se logra encontrar la plaga que lo causa. Pero ese momento suele ser tarde para realizar un tratamiento, y la dinámica poblacional de la plaga puede hacerla ya incontrolable. La identificación de las plagas en sus estados larvarios puede ser complicada dado que es el momento de crecimiento y una plaga puede tener varios estados en los que su morfología varía. Pero es la fase adecuada para su tratamiento y control. Identificación de plagas en sus estado adulto Algunas plagas tienen comportamientos nocturnos o hábitos de camuflaje que dificultan su detección durante el día o su identificación visual en el campo. La identificación en el estado adulto puede ser más fácil que en las etapas larvarias o juveniles, pero aún así puede ser complicada si la plaga tiene una fase de vida corta o si su apariencia cambia significativamente a medida que madura. Además, las plagas pueden exhibir una amplia variabilidad morfológica incluso dentro de la misma especie, lo que puede dificultar su identificación precisa. Y algunas plagas pueden parecerse a otras especies no dañinas o beneficiosas, lo que puede generar confusión en la identificación. Las plagas transfronterizas El aumento de plagas transfronterizas es un fenómeno que ha sido observado en diversas partes del mundo y puede atribuirse a varios factores, como la globalización del Comercio, el Cambio Climático, o la falta de Coordinación y Cooperación Internacional– Con la aparición de las plagas transfronterizas, técnicos y agricultores se enfrentan a problemas que en ocasiones no saben cómo combatir. Técnicos y agricultores pueden no estar familiarizados con las plagas transfronterizas debido a la falta de información o capacitación sobre las especies invasoras que podrían afectar sus cultivos. La falta de conciencia sobre estas plagas puede llevar a una identificación errónea o a ignorar los signos de infestación.algunas plagas transfronterizas pueden parecerse a plagas locales o tener síntomas similares de daño en los cultivos. Esto puede dificultar aún más la identificación precisa de la plaga y retrasar la implementación de medidas de control adecuadas. Algunas plagas transfronterizas pueden tener ciclos de vida complejos, como la Drosophila suzukii, o comportamientos poco comunes que dificultan su identificación por parte de los agricultores. Además, la variabilidad en la apariencia de

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¿Qué comen las mariquitas?

Introducción Las mariquitas (también llamadas catirinas, catitas, vaquitas de San Antonio, vaquitas de San Antón, sarantontón, sanantonitos, San Antonios, tortolitas, chinitas, coquitoss, etc, porque su denominación varía según la especie y el país), es el nombre común de una familia de insectos coleópteros (Coccinellidae) que cuenta con más de 5.000 especies alrededor del mundo. Se caracterizan por su diversidad de tamaños (de 1 a 10 cm) y colores. Importancia de las mariquitas en la agricultura Las mariquitas son insectos beneficiosos que se alimentan de una gran variedad de pequeños insectos y huevos de insectos. Su alimento favorito son los pulgones, pero también comen pequeñas arañas, cochinillas y otros insectos y ácaros a los que pueden atacar y someter Las mariquitas adultas no sólo comen insectos. Dependiendo de la especie, algunos adultos se alimentan de néctar y polen y otros comen el moho que se forma en las plantas y el polen, pero las larvas son estrictamente carnívoras Las mariquitas han sido siempre muy apreciadas por los agricultores, ya que son depredadoras de plagas de cultivos, como áfidos (pulgones), cocos o cochinillas, ácaros, larvas de moscas, etc. Las hembras suelen hacer la puesta de huevos cerca de las colonias de insectos para que tengan su alimento cercano nada más nacer las larvas. Tal es su voracidad que las larvas recién nacidas se alimentan de su propio huevo, y llegan incluso a comerse huevos no eclosionados antes de empezar a alimentarse de insectos. Las larvas de mariquita de los últimos estadios de desarrollo son las más voraces. Se estima que una mariquita adulta puede alimentarse de más de mil presas durante el verano. Pero no todas las mariquitas son depredadoras de insectos. Los miembros de la subfamilia Epilachninae se alimentan de hojas, granos o semillas de diversos cultivos de las familias Solanaceae (patata, tomate, chile, pimiento o la berenjena), Cucurbitaceae (calabaza, calabacín, melón, pepino, etc), Fabaceae (legumbres) o Poaceae (maiz). Pueden llegar a ser una verdadera plaga de los cultivos. El 16% de las especies de coccinélidos pertenecen a esta subfamilia. Comercialización para control biológico de plagas Fue a finales del siglo XIX cuando se produjo en California una infestación de cochinilla acanalada (Icerya purchasi), una plaga importada accidentalmente de Australia, y que amenazaba la incipiente e importante producción de cítricos de la región. Para combatir la plaga se buscó en Australia alguno de sus enemigos naturales (parásitoides y depredadores), que se llevaron a California, se criaron y se realizaron sueltas de la mariquita durante 2 campañas. La medida produjo una importante reducción de las poblaciones de Icerya purchasi, salvando a la industria de los cítricos de California, e iniciando así la estrategia de la introducción de un enemigo natural para el control de una plaga exótica. Las mariquitas de dos y siete puntos (Adalia bipunctata y Adalia septempunctata) son las más conocidas, pues se alimentan de hasta 28 especies diferentes de pulgones. Pero fue la Rodolia cardinalis la primera mariquita utilizada intencionadamente como mecanismo de control biológico de plagas en la agricultura. En la actualidad se ha normalizado la suelta de mariquitas en una agricultura sostenible y menos dependiente de los insecticidas químicos para el control de las plagas. El éxito de los Organismos de Control Biológico (parasitoides y depredadores) depende del momento en que se realiza su suelta – FuturCropFuturCrop permite realizar la suelta cuando hay el mayor número de individuos inmaduros de la plaga (huevos, larvas o ninfas) que son el alimento de los insectos parasitoides o depredadores. Manuales

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