Category: Plaguicidas

Tratamientos ineficientes de plagas

Disminución de la eficacia de los insecticidas químicos Incremento del consumo mundial del uso de insecticidas químicos. Desde los años 1950 hasta la actualidad el uso mundial de insecticidas químicos ha experimentado un aumento significativo en las últimas décadas, impulsado por divesos factores como: Varios datos y estudios científicos evidencian el incremento del uso mundial de insecticidas químicos: Reducción de la eficacia de los insecticidas químicos Desde los años 1950 se ha observado un declive en la eficacia de los insecticidas químicos utilizados en el control de plagas agrícolas, forestales y ornamentales. Esta disminución en la eficacia se debe a varios factores: Desarrollo de resistencia en las plagas Las plagas tienen una capacidad intrínseca para desarrollar resistencia a los insecticidas químicos a través de la selección natural y la evolución rápida de las poblaciones. El uso intensivo y repetido de los mismos insecticidas ha acelerado el desarrollo de resistencia en las plagas, reduciendo así la eficacia de los tratamientos y aumentando la dependencia de productos químicos más potentes y tóxicos (Tabashnik et al., 2013). Contaminación ambiental y pérdida de biodiversidad La aplicación indiscriminada de insecticidas ha causado la contaminación del suelo, el agua y el aire, afectando a los ecosistemas naturales, la biodiversidad y la salud de los organismos no objetivo. Esta contaminación ambiental ha contribuido al declive de los enemigos naturales de las plagas y ha alterado el equilibrio ecológico de los agroecosistemas, facilitando la proliferación de plagas y reduciendo la eficacia de los insecticidas (Goulson, 2013). Impacto en la salud humana La exposición continua y acumulativa a los insecticidas químicos representa un riesgo para la salud humana, causando intoxicaciones agudas y crónicas, problemas respiratorios, neurotoxicidad, cáncer y otros efectos adversos para la salud. Estos impactos negativos en la salud humana han llevado a la regulación y restricción del uso de muchos insecticidas químicos, limitando así las opciones disponibles para el control de plagas en la agricultura (Jeyaratnam, 1990). La ineficacia de algunos tratamientos con insecticidas químicos incrementan su consumo El aumento en el consumo de insecticidas químicos puede atribuirse principalmente a la falta de eficacia de ciertos tratamientos disponibles en el mercado. Cuando los agricultores y consumidores experimentan una disminución en la eficacia de un insecticida específico para controlar plagas, tienden a incrementar su uso con la esperanza de lograr los resultados deseados. Esta situación puede generar una dependencia creciente de los insecticidas, ya que los usuarios buscan alternativas o dosis más altas para combatir las plagas resistentes. Además, la ineficacia de algunos tratamientos puede llevar a la percepción de que es necesario aplicar mayores cantidades de producto o utilizar diferentes tipos de insecticidas en combinación. Esto puede resultar en un uso excesivo o inadecuado de estos productos químicos, lo que a su vez puede tener consecuencias negativas para el medio ambiente, la salud humana y la biodiversidad. La falta de conocimiento sobre las plagas y su ciclo de vida es fundamental para el éxito en los tratamientos de control de plagas. Para implementar tratamientos de control de plagas realmente efectivos, es crucial comprender el ciclo de vida, el comportamiento y los hábitos de las plagas objetivo. Si hay desconocimiento o malentendidos sobre estos aspectos, los tratamientos pueden no ser lo suficientemente específicos o dirigidos, lo que reduce su eficacia. Tratamientos repetitivos y continuos. Los tratamientos repetitivos y continuos consisten en la aplicación regular y frecuente de insecticidas a intervalos preestablecidos, independientemente de la presencia o intensidad de las plagas en los cultivos. Esta práctica es común en la agricultura convencional y se basa en la idea de mantener niveles constantes de protección contra las plagas a lo largo del ciclo de cultivo (Pimentel, 2005). Geiger, F., Bengtsson, J., Berendse, F., Weisser, W. W., Emmerson, M., Morales, M. B., … Inchausti, P. (2010). Persistent negative effects of pesticides on biodiversity and biological control potential on European farmland. Basic and Applied Ecology, 11(2), 97–105. Este estudio muestra los efectos negativos persistentes de los pesticidas, incluyendo insecticidas, sobre la biodiversidad y el potencial de control biológico en los agroecosistemas europeos, debido a la aplicación inadecuada y no selectiva de productos químicos en la agricultura convencional. Hay varios problemas con este tipo de metodologías de control de plagas: Varios datos y estudios científicos evidencian la ineficacia de esta práctica: Tabashnik, B. E., Brévault, T., & Carrière, Y. (2013). Insect resistance to Bt crops: lessons from the first billion acres. Nature Biotechnology, 31(6), 510–521. Este estudio destaca el desarrollo de resistencia en las plagas a los cultivos Bt que producen proteínas insecticidas, debido a la exposición constante y repetida a estas proteínas. Tratamientos por fecha de calendario. Los tratamientos por fecha de calendario implican la aplicación de insecticidas en momentos específicos del ciclo de cultivo, sin tener en cuenta las condiciones específicas de cada cultivo y región ni la presencia real de plagas, o el estado de su ciclo de vida . Esta práctica es popular en la agricultura convencional debido a su simplicidad y facilidad de aplicación (Pretty et al., 2018). Sin embargo, varios datos y estudios científicos evidencian los problemas asociados a esta práctica: En resumen, tanto los tratamientos repetitivos y continuos como los tratamientos por fecha de calendario son prácticas habituales de control de plagas en la agricultura convencional que presentan una serie de problemas y limitaciones en términos de eficacia, sostenibilidad, impacto ambiental y riesgos para la salud. Estos enfoques tradicionales y simplificados para el manejo de plagas han demostrado ser ineficaces y contraproducentes en muchos casos, destacando la necesidad de adoptar enfoques más integrados, sostenibles y basados en el conocimiento científico para el control de plagas en la agricultura moderna. Tratamientos preventivos. La implementación de tratamientos preventivos efectivos requiere una comprensión detallada de la biología, el ciclo de vida, los hábitos y las preferencias alimenticias de las plagas. Sin este conocimiento, los tratamientos pueden no ser lo suficientemente específicos o dirigidos, lo que reduce su eficacia. Para mejorar la eficacia de estos tratamientos, es crucial adoptar un enfoque integral que combine diferentes métodos de control, basándose

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uso de insecticidas

Uso eficiente de insecticidas agrícolas

Los insecticidas químicos y la agricultura El uso de insecticidas agrícolas es una práctica común para controlar las poblaciones de insectos plaga que pueden causar daños significativos a los cultivos. Estos insecticidas son productos químicos diseñados específicamente para matar o repeler insectos, y se aplican de diversas formas según la plaga, el cultivo y las condiciones del entorno. El uso de insecticidas químicos debe ser parte de un enfoque integrado de manejo de plagas (IPM), que incluya prácticas culturales, biológicas y mecánicas para minimizar el riesgo de resistencia de las plagas, reducir el impacto ambiental y promover la sostenibilidad a largo plazo de la agricultura. Errores que restan eficacia a los insecticidas Hay varios errores comunes que pueden restar eficiencia a los pesticidas utilizados para controlar plagas en la agricultura. Algunos de estos errores incluyen: Selección incorrecta del pesticida Utilizar un pesticida incorrecto para el tipo específico de plaga puede resultar en una eficacia reducida. Es importante seleccionar el pesticida adecuado que esté registrado y sea efectivo para controlar la plaga específica que se está tratando. Aplicación inadecuada La aplicación incorrecta del pesticida puede reducir su eficacia. Esto puede incluir una aplicación insuficiente, una cobertura inadecuada de las plantas o un momento incorrecto de aplicación. Es importante seguir las recomendaciones de etiqueta del producto y las mejores prácticas de aplicación. Resistencia de la plaga El uso excesivo o repetido de un pesticida puede llevar al desarrollo de resistencia en las poblaciones de plagas, lo que reduce la eficacia del pesticida. Es importante rotar los pesticidas y utilizar diferentes modos de acción para reducir el riesgo de resistencia. Por ejemplo, el uso indiscriminado de tratamientos químicos para el control de la mosca blanca ha tenido como consecuencia que se hayan perturbado los sistemas ecológicos, al eliminar los enemigos naturales que mantenía bajas las poblaciones de la plaga (como las chinches de la familia Miridae, Macrolophus caliginosus, Dicyphus tamaninii, D. errans, Cyrtopeltis tenuis). De este modo, de plagas secundarias pasaron a plagas primarias, y en algunos casos superplagas. Falta de monitoreo y seguimiento No monitorear regularmente las poblaciones de plagas y los niveles de infestación puede resultar en un control inadecuado de las mismas. Es importante realizar un monitoreo constante para detectar temprano cualquier aumento en las poblaciones de plagas y tomar medidas de control adecuadas. Falta de cumplimiento de las regulaciones El uso indebido de pesticidas, como la aplicación de dosis incorrectas o la aplicación en momentos prohibidos, puede resultar en el incumplimiento de las regulaciones gubernamentales y en consecuencias legales. Es importante seguir las regulaciones locales y las recomendaciones de etiqueta del producto. Impacto ambiental El uso excesivo o inadecuado de pesticidas puede tener un impacto negativo en el medio ambiente, como la contaminación del agua y la degradación del suelo. Es importante utilizar pesticidas de manera responsable y adoptar prácticas de manejo integrado de plagas que minimicen el uso de productos químicos. El uso adecuado y eficiente de los insecticidas El uso adecuado y eficiente de los insecticidas es crucial para lograr un control efectivo de las plagas y minimizar los impactos negativos en el medio ambiente, la salud humana y la biodiversidad. Estas son algunas pautas para garantizar un uso eficiente de los insecticidas: Identificación precisa de la plaga Antes de aplicar cualquier insecticida, es fundamental identificar correctamente la plaga objetivo. Esto garantiza la selección del insecticida más adecuado y efectivo para el control de esa plaga específica. Seguir las recomendaciones de la etiqueta Es esencial leer y seguir cuidadosamente las instrucciones y recomendaciones de la etiqueta del insecticida. Esto incluye la dosificación adecuada, la frecuencia de aplicación, el método de aplicación y los plazos de seguridad. Aplicación en el momento adecuado Aplicar los insecticidas en el momento adecuado es fundamental para maximizar su eficacia. Esto puede implicar la aplicación durante la fase más susceptible del ciclo de vida de la plaga o en condiciones climáticas favorables. Considerar el impacto ambiental Antes de aplicar insecticidas, es importante evaluar y minimizar el impacto ambiental. Esto puede incluir la selección de productos de bajo riesgo para los organismos no objetivo, la reducción de la deriva y la contaminación del agua, y la protección de las áreas sensibles como los hábitats de polinizadores. Rotación de modos de acción Para prevenir la resistencia de las plagas a los insecticidas, es fundamental rotar los productos con diferentes modos de acción. Esto reduce el riesgo de que las plagas desarrollen resistencia y garantiza un control efectivo a largo plazo. Monitoreo regular Realizar un monitoreo regular de las poblaciones de plagas es esencial para detectar temprano cualquier aumento en la infestación y tomar medidas de control adecuadas. Esto puede incluir el uso de trampas, muestreo de campo y observación directa de las plantas. Integración con otras tácticas de manejo de plagas Los insecticidas deben utilizarse como parte de un enfoque integrado de manejo de plagas (IPM, por sus siglas en inglés). Esto implica combinar el uso de insecticidas con otras tácticas, como la conservación de enemigos naturales, la selección de variedades resistentes, la rotación de cultivos y el manejo cultural. Al seguir estas pautas, los agricultores pueden utilizar insecticidas de manera efectiva y eficiente, maximizando su control de plagas mientras minimizan los impactos adversos en el medio ambiente y la salud humana. Software para la optimización del uso de insecticidas FuturCrop es una plataforma de gestión agrícola que se utiliza para optimizar el uso de insecticidas y mejorar el control de plagas en los cultivos. Esta plataforma integra diversas herramientas y tecnologías para proporcionar a los agricultores información en tiempo real sobre el estado de sus cultivos y las poblaciones de plagas, lo que les permite tomar decisiones informadas y estratégicas en cuanto al manejo de plagas y el uso de insecticidas. Monitoreo en tiempo real FuturCrop recopila datos en tiempo real sobre las condiciones del campo, incluyendo la presencia y densidad de plagas. Esta información permite a los agricultores monitorear de cerca la situación de las plagas y tomar decisiones oportunas sobre su

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mariposa monarca

La persistencia de las plagas agrícolas

La extinción de los animales por la acción del hombre La extinción de especies animales debido a la acción del hombre es un fenómeno evidente, por todos conocido. Se le intenta poner freno mediante el conocimiento del funcionamiento de los ecosistemas y el respeto por la biodiversidad. Los legisladores cambian los hábitos del consumo, protegen las propias especies animales y a sus espacios naturales . Se promueven programas de conservación de hábitats, de cría de animales en cautividad. Se imponen prácticas sostenibles en ciertos sectores, y se prohiben o limitan ciertas prácticas comerciales. Efectivamente, se pueden tomar medidas para salvar o proteger ciertas especies animales pero, desde un punto de vista general y no específico, la extinción de muchas especies animales es inherente a las condiciones de desarrollo y progreso de la humanidad. La pérdida del habitat de las especies animales, la contaminación resultante de las actividades industriales, agrícolas y urbanas, la alteración de los patrones climáticos, la sobreexplotación, la introducción de especies exóticas son consecuencias de la actividad humana que irreversiblemente alteran las condiciones de vida de muchas especies animales, y en muchos casos provocan su extinción. El progreso natural de las especies animales (es decir, el aumento del número de individuos, el aumento de su longevidad y su mayor capacidad de adaptación a otros entornos) es el resultado de la lucha por unos recursos limitados. Las actividades humanas durante la prehistoria, básicamente la caza y la recolección, o actualmente ciertas tribus poco evolucionadas tecnológicamente, tenían impacto en las poblaciones de animales, pero siempre en una dimensión local y limitada a los grupos de poblaciones. Hay diferencias notables en la forma en que las sociedades prehistóricas interactuaban con la fauna en comparación con las sociedades modernas. El asentamiento de las poblaciones humanas, su crecimiento , la creación de un entorno “civilizado”, es decir despreocupado por el ecosistema, y principalmente la tecnología, convirtieron a la especie humana en la gran depredadora de especies. La persistencia de las plagas La situación de extinción o declive de los insectos varía ampliamente y puede ser difícil de evaluar para muchas especies debido a la falta de datos exhaustivos. Sin embargo, algunos estudios han destacado el declive preocupante de ciertos grupos de insectos. Por ejemplo, la mariposa monarca (Danaus plexippus), varias especies de abejas, escarabajos Acrididos (Cicindelidae), escarabajos rinoceronte (Dynastinae) y ciertas polillas de la Familia Noctuidae. Además hay evidencias crecientes de una disminución en las poblaciones de insectos en diversas partes del mundo: Así pues unas especies de insectos se estinguen, de otras especies disminuyen las poblaciones de individuos y, sorprendentemente, otros insectos demuestran gran capacidad para mantenerse y propagarse en un entorno específico. Estos insectos desarrollan resistencia a los insecticidas y sobreviven a los tratamientos químicos. Se adaptan y evolucionan rápidamente porque tienen ciclos de vida cortos. Incluso, las variaciones en las condiciones climáticas crean entornos más propicios para su desarrollo. Son las plagas agrícolas, forestales y ornamentales las que presentan esas características. Pese a los esfuerzos del hombre por exterminar estos insectos por motivos económicos, las plagas persisten, aumentan y se expanden. No parece probable que las plagas agrícolas se vayan a extinguir. La supervivencia de las plagas agrícolas por la acción del hombre La Revolución Verde fue un movimiento agrícola que tuvo lugar en la segunda mitad del siglo XX, específicamente desde las décadas de 1940 a 1960. Se trataba de un conjunto de avances tecnológicos, prácticas agrícolas y políticas que llevaron a un aumento significativo en la producción de alimentos en todo el mundo. Esas tecnologías y prácticas ayudaron a abordar la escasez alimentaria de muchos países. El éxito de las nuevas tecnologías en la producción de alimentos impuso una estandarización de las prácticas agrícolas que facilitó la supervivencia y expansión de las plagas agrícolas, actualmente un grave problema para la agricultura. En este caso, la actividad humana no provocaba la extinción de estas especies de insectos, sino que creó entornos que constituyeron nuevos ecosistemas adecuados para el mayor desarrollo de dichas especies. Las técnicas de la agricultura moderna, proporcionó a las plagas agrícolas un alimento abundante, el entorno necesario y les facilitó mayores probabilidades de supervivencia mediante el uso indiscriminado de los pesticidas químicos. No sólo la agricultura, además la globalización del comercio agrícola facilitó la introducción de nuevas plagas en regiones donde no existían previamente, al transportar insectos y patógenos. La especie humana facilita su distribución geográfica. Y con el Cambio Climático creó las condiciones climatológicas para que las plagas pudieran establecerse en nuevos territorios, y se desarrollaran gracias a la falta de enemigos naturales. Conclusión La actual crisis de pérdida de biodiversidad, impulsada por factores humanos, está llevando a una aceleración en las tasas de extinción en todo el mundo. La Lista Roja de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) enumera miles de especies en peligro crítico de extinción. La conservación y la gestión sostenible de los ecosistemas son esenciales para frenar la pérdida de biodiversidad y proteger las especies en riesgo. La conciencia pública, la educación ambiental y la implementación de prácticas sostenibles son cruciales para abordar este desafío global. Y se considera que la gestión sostenible de los recursos naturales y la conciencia global sobre el impacto de las actividades humanas en los ecosistemas son esenciales para evitar la extinción de las especies animales. Pero no parece suficiente. Actualmente además de la acelerada tasa del número de especies en vías de estinción, existe otro fenómeno preocupante. Hay evidencias de una disminución significativa en las poblaciones del número de animales en el mundo, sin que se pueda hablar aún de riesgo de extinción de dichas especies. No es extraño que el éxito de la especie humana suponga la extinción de otras especies animales, en una lucha por los recursos limitados. Ante la escasez de los recursos ninguna especie comparte los recursos que necesita. El éxito biológico de la especie humana, en términos de expansión geográfica, población total y longevidad del individuo, implica necesariamente el declive de las especies del planeta

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rentabilidad pesticidas

Rentabilidad de los pesticidas

Los pesticidas son productos químicos diseñados para controlar o eliminar las plagas que dañan los cultivos agrícolas. Pueden ser costosos, y la rentabilidad de los pesticidas depende de si los beneficios obtenidos, como la protección de los cultivos, superan los costos de compra y aplicación de los productos químicos. Su rentabilidad depende por tanto de su éxito. Y el éxito de los pesticidas es difícil de valorar, sólo se puede valorar su fracaso. Su uso puede tener un impacto significativo en la rentabilidad agrícola, tanto de manera positiva como negativa. Los aspectos positivos de los pesticidas pertenecen al pasado, pero sus características negativas prevalecen cuando se considera el futuro del sector agrícola. Las Los beneficios de los pesticidas en el pasado A partir de los años 1930s los pesticidas químicos permitieron un aumento significativo en la producción de alimentos al proteger los cultivos de plagas y enfermedades que de otra manera habrían reducido los rendimientos de manera drástica. Y esto ayudó a abastecer a una creciente población mundial, y la disponibilidad constante de productos agrícolas ayudó a estabilizar los precios de los alimentos y aseguró un suministro más consistente de alimentos para la población. Los pesticidas también ayudaron a reducir las pérdidas económicas causadas por las plagas y enfermedades en los cultivos. Esto permitió a los agricultores obtener un mayor retorno de su inversión y mantener una mayor estabilidad financiera. Los inconvenientes de los pesticidas actualmente La agricultura se hizo dependiente de fitosanitarios, especialmente de los pesticidas. Pero el uso excesivo e indiscriminado de pesticidas tiene efectos negativos por su toxicidad, que provoca efectos negativos en el medio ambiente, la salud humana y la biodiversidad. Problemas asociados con el uso de pesticidas: En las últimas décadas, ha habido un aumento en la conciencia sobre los efectos negativos de los pesticidas, lo que ha llevado a la búsqueda de enfoques más sostenibles y seguros en la agricultura, como la agricultura orgánica y la agricultura integrada. Situación actual del control de plagas Según la Organización Mundial de la Salud (OMS): “Los plaguicidas se encuentran entre las principales causas de muerte por autointoxicación, sobre todo en los países de ingreso mediano bajo.” “Dado que los plaguicidas son intrínsecamente tóxicos y se propagan deliberadamente en el medio ambiente, su producción, distribución y uso requieren una regulación y un control estrictos. También es necesario controlar periódicamente los residuos en los alimentos y el medio ambiente.” Residuos de plaguicidas en los alimentos, OMC 2022 La situación actual del control de plagas y la legislación asociada varía según la región y el país. Sin embargo, en general, hay tendencias globales y enfoques comunes que muchas áreas consideran para abordar los desafíos asociados con el control de plagas y el uso de pesticidas. Aquí hay algunos aspectos destacados: Legislación internacional Los países llevan años promulgando legislaciones que imponen restricciones y regulaciones estrictas sobre el uso de pesticidas para proteger la salud humana, el medio ambiente y la seguridad alimentaria. La UE tiene una regulación muy estricta sobre pesticidas. El Reglamento (CE) n.º 1107/2009 establece los procedimientos de autorización para pesticidas. La UE ha prohibido o restringido el uso de numerosos pesticidas peligrosos y ha establecido límites máximos de residuos (LMR) bajos para proteger la seguridad alimentaria. En los Estados Unidos, la Agencia de Protección Ambiental (EPA) regula los pesticidas bajo la Ley de Control de Insecticidas, Fungicidas y Rodenticidas (FIFRA) y la Ley de Alimentos, Medicamentos y Cosméticos (FFDCA). La EPA establece requisitos rigurosos para la autorización y el registro de pesticidas, y evalúa constantemente los riesgos para la salud y el medio ambiente Health Canada regula los pesticidas en Canadá. La Ley de Control de Plagas establece las reglas para la importación, venta y uso de pesticidas. Health Canada realiza evaluaciones de riesgos exhaustivas antes de autorizar la venta de un pesticida y establece LMR para los residuos de pesticidas en alimentos. Japón tiene regulaciones estrictas sobre pesticidas bajo la Ley de Control de Plagas. El gobierno japonés establece LMR y lleva a cabo evaluaciones de riesgo para garantizar la seguridad de los alimentos. Brasil tiene regulaciones de pesticidas bajo la Agencia Nacional de Vigilancia Sanitaria (ANVISA) y el Instituto Brasileño del Medio Ambiente y de los Recursos Naturales Renovables (IBAMA). Brasil también ha implementado restricciones y prohibiciones de ciertos pesticidas peligrosos En Australia, la Autoridad Australiana de Regulación de Plaguicidas y Medicamentos Veterinarios (APVMA) regula los pesticidas. Se requiere que los pesticidas sean aprobados antes de su venta y uso, y se establecen límites de residuos en alimentos. China ha endurecido sus regulaciones sobre pesticidas en los últimos años. El Ministerio de Agricultura y Asuntos Rurales supervisa las aprobaciones y restricciones de pesticidas para proteger la seguridad alimentaria y el medio ambiente. El Manejo Integrado de Plagas (MIP) El MIP se basa en la idea de que el control de plagas no debe depender exclusivamente de pesticidas químicos, sino que debe considerar una variedad de métodos y estrategias para mantener las poblaciones de plagas bajo control. El objetivo principal del MIP es reducir al mínimo el daño causado por las plagas mientras se minimiza el impacto negativo en el medio ambiente y la salud humana de las actuaciones realizadas. El Manejo Integrado de Plagas generalmente incluye los siguientes componentes: Costes de pesticidas El uso de pesticidas puede variar mucho según el tipo de cultivo en que se utilice (regadío, secano, invernadero, por ejemplo). Asumen los productores agrícolas que con un 5-10% del coste de su producción evita una pérdida por plagas y enfermedades que podría llegar a ser, en el peor de los casos, del 40-100%. Ese porcentaje de gasto en insecticidas puede ir de los 2.500 euros/ha de coste en tratamientos en tomate de invernadero a los 523 euros/ha en tomate de regadío (siendo éste el coste del producto, sin tener en cuenta el coste de mano de obra y maquinaria).  En lo referente a manzana golden, por ejemplo, se necesitan aproximadamente 301€/Ha en maquinaria y mano de hobra y 342,/€/Ha en consumos. Para

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importancia del ph del caldo fitosanitario

Importancia del pH en la eficacia del caldo fitosanitario

El Ph incrementa la vida útil de los productos fitosanitarios El caldo fitosanitario con el correcto pH permite optimizar la efectividad del tratamiento (porque se incrementa la vida útil del producto) y por tanto reducir los costes del control de plagas. La vida útil de los productos fitosanitarios, una vez aplicados en un tratamiento depende de varios factores (lluvia, etc). Dependiendo del pH del caldo preparado para el tratamiento, los productos fitosanitarios pueden tener un período de efectividad muy variable, desde minutos hasta horas.  El pH del caldo de tratamiento afecta a la capacidad de asimilación por parte del cultivo, la efectividad del tratamiento, y el tiempo de vida útil del principio activo empleado. Por ejemplo, un plagucida como Sevin, que mata más de 500 insectos, y cuya materia activa es el Carbaril, perteneciente a la familia de los carbamatos, tiene un pH recomen dado de 7. Por consiguiente: Si el caldo resultante de la preparación tiene un pH de 9, el tratamiento tiene un efecto 24 hrs. Pero si queremos que el plaguicida tenga un efecto de unos 24 días, debemos asegurar que el efecto de la mezcla tiene un pH de 7. Con un pH 6 el caldo de tratamiento tiene un efecto de 100 días Efectos del pH en plaguicidas, fungicidas y herbicidas No sólo sucede con los plaguicidas, pues un fungicida como Ediphenphos (comercializado como Hinosan), tiene un pH recomendado de 5. El Oxifluorfen tiene un pH ideal de 6, Metalaxil 5-6, Tebuconazole de 7, etc. Generalmente la etiqueta de los productos comerciales indican el pH óptimo de la mezcla. Las siguientes tablas muestran el pH recomendado para mayor eficacia del caldo fitosanitario preparado con algunas sustancias activas: En general a los insecticidas les afecta más el pH de la mezcla que a herbicidas y fungicidas. Y los organofosforados y los carbamatos se descomponen mucho más rápido que los clorados. Basificar o bajar el pH del caldo fitosanitario ¿Cómo podemos subir o bajar (,) el pH del caldo fitosanitario? Supongamos que hemos preparado un caldo fitosanitario que tiene un pH que no corresponde con el efecto que deseamos. Entonces:   Las cantidades de hidróxido potásico o de ácido acético dependen del volumen de la mezcla, pero por ejemplo, para acidificar un tanque de 2.000 litros de solución,  un litro de ácido acético es suficiente para bajar 2-3 puntos de pH.  Manuales

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resistencia a los insecticidas

Resistencia a los insecticidas

la resistencia de los insectos a los productos fitosanitarios se produce por el exceso en el uso de insecticidas con las mismas materias activas. En el post se explica cómo evitar que se desarrolle la resistencia de las plagas a los insecticidas

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