Category: Efectos de los plaguicidas

Tratamientos ineficientes de plagas

Disminución de la eficacia de los insecticidas químicos Incremento del consumo mundial del uso de insecticidas químicos. Desde los años 1950 hasta la actualidad el uso mundial de insecticidas químicos ha experimentado un aumento significativo en las últimas décadas, impulsado por divesos factores como: Varios datos y estudios científicos evidencian el incremento del uso mundial de insecticidas químicos: Reducción de la eficacia de los insecticidas químicos Desde los años 1950 se ha observado un declive en la eficacia de los insecticidas químicos utilizados en el control de plagas agrícolas, forestales y ornamentales. Esta disminución en la eficacia se debe a varios factores: Desarrollo de resistencia en las plagas Las plagas tienen una capacidad intrínseca para desarrollar resistencia a los insecticidas químicos a través de la selección natural y la evolución rápida de las poblaciones. El uso intensivo y repetido de los mismos insecticidas ha acelerado el desarrollo de resistencia en las plagas, reduciendo así la eficacia de los tratamientos y aumentando la dependencia de productos químicos más potentes y tóxicos (Tabashnik et al., 2013). Contaminación ambiental y pérdida de biodiversidad La aplicación indiscriminada de insecticidas ha causado la contaminación del suelo, el agua y el aire, afectando a los ecosistemas naturales, la biodiversidad y la salud de los organismos no objetivo. Esta contaminación ambiental ha contribuido al declive de los enemigos naturales de las plagas y ha alterado el equilibrio ecológico de los agroecosistemas, facilitando la proliferación de plagas y reduciendo la eficacia de los insecticidas (Goulson, 2013). Impacto en la salud humana La exposición continua y acumulativa a los insecticidas químicos representa un riesgo para la salud humana, causando intoxicaciones agudas y crónicas, problemas respiratorios, neurotoxicidad, cáncer y otros efectos adversos para la salud. Estos impactos negativos en la salud humana han llevado a la regulación y restricción del uso de muchos insecticidas químicos, limitando así las opciones disponibles para el control de plagas en la agricultura (Jeyaratnam, 1990). La ineficacia de algunos tratamientos con insecticidas químicos incrementan su consumo El aumento en el consumo de insecticidas químicos puede atribuirse principalmente a la falta de eficacia de ciertos tratamientos disponibles en el mercado. Cuando los agricultores y consumidores experimentan una disminución en la eficacia de un insecticida específico para controlar plagas, tienden a incrementar su uso con la esperanza de lograr los resultados deseados. Esta situación puede generar una dependencia creciente de los insecticidas, ya que los usuarios buscan alternativas o dosis más altas para combatir las plagas resistentes. Además, la ineficacia de algunos tratamientos puede llevar a la percepción de que es necesario aplicar mayores cantidades de producto o utilizar diferentes tipos de insecticidas en combinación. Esto puede resultar en un uso excesivo o inadecuado de estos productos químicos, lo que a su vez puede tener consecuencias negativas para el medio ambiente, la salud humana y la biodiversidad. La falta de conocimiento sobre las plagas y su ciclo de vida es fundamental para el éxito en los tratamientos de control de plagas. Para implementar tratamientos de control de plagas realmente efectivos, es crucial comprender el ciclo de vida, el comportamiento y los hábitos de las plagas objetivo. Si hay desconocimiento o malentendidos sobre estos aspectos, los tratamientos pueden no ser lo suficientemente específicos o dirigidos, lo que reduce su eficacia. Tratamientos repetitivos y continuos. Los tratamientos repetitivos y continuos consisten en la aplicación regular y frecuente de insecticidas a intervalos preestablecidos, independientemente de la presencia o intensidad de las plagas en los cultivos. Esta práctica es común en la agricultura convencional y se basa en la idea de mantener niveles constantes de protección contra las plagas a lo largo del ciclo de cultivo (Pimentel, 2005). Geiger, F., Bengtsson, J., Berendse, F., Weisser, W. W., Emmerson, M., Morales, M. B., … Inchausti, P. (2010). Persistent negative effects of pesticides on biodiversity and biological control potential on European farmland. Basic and Applied Ecology, 11(2), 97–105. Este estudio muestra los efectos negativos persistentes de los pesticidas, incluyendo insecticidas, sobre la biodiversidad y el potencial de control biológico en los agroecosistemas europeos, debido a la aplicación inadecuada y no selectiva de productos químicos en la agricultura convencional. Hay varios problemas con este tipo de metodologías de control de plagas: Varios datos y estudios científicos evidencian la ineficacia de esta práctica: Tabashnik, B. E., Brévault, T., & Carrière, Y. (2013). Insect resistance to Bt crops: lessons from the first billion acres. Nature Biotechnology, 31(6), 510–521. Este estudio destaca el desarrollo de resistencia en las plagas a los cultivos Bt que producen proteínas insecticidas, debido a la exposición constante y repetida a estas proteínas. Tratamientos por fecha de calendario. Los tratamientos por fecha de calendario implican la aplicación de insecticidas en momentos específicos del ciclo de cultivo, sin tener en cuenta las condiciones específicas de cada cultivo y región ni la presencia real de plagas, o el estado de su ciclo de vida . Esta práctica es popular en la agricultura convencional debido a su simplicidad y facilidad de aplicación (Pretty et al., 2018). Sin embargo, varios datos y estudios científicos evidencian los problemas asociados a esta práctica: En resumen, tanto los tratamientos repetitivos y continuos como los tratamientos por fecha de calendario son prácticas habituales de control de plagas en la agricultura convencional que presentan una serie de problemas y limitaciones en términos de eficacia, sostenibilidad, impacto ambiental y riesgos para la salud. Estos enfoques tradicionales y simplificados para el manejo de plagas han demostrado ser ineficaces y contraproducentes en muchos casos, destacando la necesidad de adoptar enfoques más integrados, sostenibles y basados en el conocimiento científico para el control de plagas en la agricultura moderna. Tratamientos preventivos. La implementación de tratamientos preventivos efectivos requiere una comprensión detallada de la biología, el ciclo de vida, los hábitos y las preferencias alimenticias de las plagas. Sin este conocimiento, los tratamientos pueden no ser lo suficientemente específicos o dirigidos, lo que reduce su eficacia. Para mejorar la eficacia de estos tratamientos, es crucial adoptar un enfoque integral que combine diferentes métodos de control, basándose

Leer más »

Pesticidas cancerígenos

Los insecticidas más peligrosos La pregunta sobre los insecticidas que han causado más muertes es compleja y puede variar según el contexto, el período de tiempo, las regiones geográficas y las circunstancias específicas de cada situación. Sin embargo, algunos insecticidas han sido asociados históricamente con incidentes graves, intoxicaciones masivas y efectos tóxicos severos en humanos y animales debido a su toxicidad aguda, uso inapropiado, exposición excesiva o accidental, y falta de medidas de seguridad y control adecuadas. A continuación, se mencionan algunos de los insecticidas más conocidos y notorios por su historia de toxicidad y riesgos asociados con la salud humana: DDT (Dicloro-Difenil-Tricloroetano) Historia: DDT es un insecticida organoclorado que se utilizó ampliamente en la agricultura, la salud pública y el control de vectores de enfermedades durante el siglo XX. Riesgos: DDT fue asociado con efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente, incluyendo trastornos neurológicos, endocrinos y reproductivos, daño hepático y renal, bioacumulación en la cadena alimentaria, y riesgo aumentado de enfermedades crónicas como el cáncer. Restricciones y Prohibiciones DDT ha sido restringido o prohibido en muchos países debido a sus efectos tóxicos y riesgos para la salud y el medio ambiente, aunque todavía se utiliza en algunos países para el control de la malaria y otras enfermedades transmitidas por vectores. Parathion (Paratión) Historia: Parathion es un insecticida organofosforado que se utilizó en la agricultura, el control de plagas y la salud pública durante décadas. Riesgos: Parathion es altamente tóxico y puede causar efectos adversos graves en la salud humana, incluyendo síntomas neurológicos, respiratorios, gastrointestinales y cardiovasculares, y riesgo de intoxicación aguda y muerte en casos graves. Restricciones y Prohibiciones: Parathion ha sido restringido o prohibido en muchos países debido a sus efectos tóxicos y riesgos para la salud humana y el medio ambiente. Aldrin y Dieldrin Historia: Aldrin y dieldrin son insecticidas organoclorados que se utilizaron en la agricultura para el control de plagas de insectos y garrapatas. Riesgos: Aldrin y dieldrin son persistentes, bioacumulativos y pueden causar efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente, incluyendo trastornos neurológicos, endocrinos y reproductivos, daño hepático y renal, y riesgo aumentado de enfermedades crónicas como el cáncer. Restricciones y Prohibiciones: Aldrin y dieldrin han sido restringidos o prohibidos en muchos países debido a sus efectos tóxicos y riesgos para la salud y el medio ambiente. Endosulfan Historia: Endosulfan es un insecticida organoclorado que se utilizó en la agricultura para el control de plagas de insectos y ácaros. Riesgos: Endosulfan es tóxico y puede causar efectos adversos graves en la salud humana, incluyendo síntomas neurológicos, respiratorios, gastrointestinales y dermatológicos, y riesgo de intoxicación aguda y muerte en casos graves. Restricciones y Prohibiciones: Endosulfan ha sido restringido o prohibido en muchos países debido a sus efectos tóxicos y riesgos para la salud humana y el medio ambiente. Methyl Parathion (Metil Paratión) Historia: Metil paratión es un insecticida organofosforado que se utilizó en la agricultura, el control de plagas y la salud pública. Riesgos: Metil paratión es altamente tóxico y puede causar efectos adversos graves en la salud humana, incluyendo síntomas neurológicos, respiratorios, gastrointestinales y cardiovasculares, y riesgo de intoxicación aguda y muerte en casos graves. Restricciones y Prohibiciones: Metil paratión ha sido restringido o prohibido en muchos países debido a sus efectos tóxicos y riesgos para la salud humana y el medio ambiente. La toxicidad, los riesgos y las restricciones asociadas con los insecticidas pueden variar según el tipo de insecticida, la formulación, la dosis, la vía de exposición, la duración de la exposición, las condiciones específicas de uso y manejo, y las medidas de seguridad y control implementadas. Además, la prevención, el monitoreo, la regulación y la gestión adecuada de los insecticidas son fundamentales para proteger la salud humana, animal y el medio ambiente contra los efectos adversos de estos compuestos químicos en diferentes sectores y actividades humanas. ¿Riesgo o peligro de una sustancia tóxica? Cuando se valora la incidencia negativa de un plaguicida químico sobre la salud humana o el medio ambiente, implícitamente se diferencia entre el riesgo de una sustancia tóxica y su peligro. Ambos dependen de la cantidad y el tiempo de exposición a la sustancia química. Pero, a diferencia del peligro de una substancia, que implica un efecto prácticamente inmediato como un pesticida (la intoxicación aguda), el riesgo de provocar cáncer o un problema endocrino de esa sustancia es más difícil de evaluar, pues comprende efectos a medio y largo plazo. ¿Son los pesticidas cancerígenos? Los riesgos sobre la salud (o el medio ambiente) no son inmediatos tras el contacto con la sustancia. Por esa razón, es difícil dimensionar el alcance de su riesgo. Como en otros muchos casos, al ser humano le preocupa especialmente la inmediatez del peligro. Aprovechando esta característica de la mente humana, donde prima la inmediatez del efecto, raramente se valora la toxicología de un plaguicida químico como cancerígeno, sino que es más frecuente utilizar términos como el de probabilidad o posibilidad. La Agencia de Protección del Ambiente (EPA) de USA clasifica tres plaguicidas como cancerígenos, mientras que la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (Internacional Agency for Research Cancer, World Health Organization) clasifica como tales 6 plaguicidas, y la Unión Europea clasifica 12. Las discrepancias entre las agencias se justifican con la probabilidad o posibilidad de una sustancia de ser cancerígena. Existen 81 plaguicidas “probablemente cancerígenos” según EPA, 38 según IARC. Y además existe también la categoría de “posibles plaguicidas cancerígenos”, que son 113 según EPA, y 5 según IARC. Probabilidad o posibilidad de provocar cáncer Utilizados indistintamente, los términos probabilidad y posibilidad se prestan a confusión. En un uso cotidiano los términos pueden ser intercambiables, pero en materia estadística y matemática tienen distintos sentidos. La probabilidad se refiere a la medida cuantitativa de la posibilidad de que ocurra un evento específico en un conjunto de eventos posibles. Se expresa generalmente como un número entre 0 y 1, donde 0 indica que el evento es imposible de ocurrir y 1 indica que el evento es

Leer más »

Contacto

Resuelve tus dudas sobre plagas agrícolas

Copyright © 2016. Todos los derechos reservados

Contacto

Resuelve tus dudas sobre plagas agrícolas

Copyright © 2016. Todos los derechos reservados

Scroll to Top