El efecto del uso indiscriminado de determinados pesticidas en los rebrotes de mosca blanca del tabaco
La mosca blanca: especies, morfología y daños Especies de mosca blanca La mosca blanca, de la familia de los Aleyrodidae, es una de las plagas más importantes de las hortalizas, pues afecta a más de 600 especies de plantas cultivadas. De las 1556 especies de mosca blanca, sólo unas cuantas tienen auténtica importancia por el daño que causan en los cultivos. Principalmente Bemisia Tabaci (mosca blanca del tabaco) y Trialeurodes vaporiarorum (mosca blanca de los invernaderos). Ambas dañan gran número de cultivos en todo el mundo. El control de la mosca blanca del tabaco es difícil por su resistencia a varios insecticidas y son frecuentes sus rebrotes. Morfología de la mosca blanca El adulto de la mosca blanca (Bemisia tabaci) se asemeja a la mosca blanca de los invernaderos (Trialeurodes vaporariorum), pero es algo más pequeña y amarilla. Además, las alas de la mosca blanca (Bemisia tabaci) están colocadas en vertical y en paralelo al cuerpo. Daños taca a una amplia variedad de cultivos, tanto en sistemas agrícolas de campo abierto como en invernaderos. Algunos de los principales cultivos afectados por Bemisia tabaci incluyen hortalizas (tomate, berenjena, pepino, melón, sandía), frutas (melocotón, cítricos, uva, fresa, mango, etc), plantas ornamentales y cultivos como el algodón o el café. Ambas especies causan daño mediante la absorción de savia y la secreción de melaza. Como consecuencia de la absorción de savia pueden provocar un debilitamiento de la planta, disminución del número de frutos, ralentizar el crecimiento de la planta, etc. Al alimentarse de la savia, la mosca inyecta unas enzimas digestivas que alteran los procesos fisiológicos de la planta, provoca enrulamiento, cloriosis y alteraciones en las caras superiores de las hojas. El exceso del azúcar de la savia la secretan en forma de una melaza que impregna la planta afectada de la hoja, dando lugar a un hongo conocido como negrilla que dificulta la fotosíntesis de la planta, o el fruto, impidiendo su comercialización. La mosca blanca es vector de algunos virus (TICV, BPYV, TYLCV, TYMV,CDTV, TGMV, TYDV, LDDHV, YMFBV, TMOV). Se estima que Bemisia Tabaci es vector de unos 100 virus, y 10 la Trialeurodes vaporiarorum. La nueva superplaga de las hortalizas La mosca blanca del tabaco es una plaga indicativa de como la acción del hombre, al perturbar los sistemas ecológicos y eliminar a los enemigos naturales, que mantenían las poblaciones bajas, ha evolucionado su estatus de plagas secundarias a plagas primarias e incluso superplagas. La dificultad en el control de la mosca blanca Bemisia tabaci se debe a una serie de factores biológicos, ecológicos y agronómicos que hacen que esta plaga sea especialmente desafiante de manejar. Algunas de las principales causas de la dificultad para controlar Bemisia tabaci son: Alta tasa de reproducción La mosca blanca del tabaco, como todas las plagas primarias o las superplagas, se caracterizan por su adaptabilidad y por su alta capacidad de reproducción. Puede poner hasta 250 huevos y producir 4 generaciones anuales (hasta 10 en invernadero). Y esas cualidades, junto al uso repetido e indiscriminado de pesticidas, ha generado numerosos casos de resistencias a los organofosfatos, piretroides y neonicotinoides, cipermetrina, deltametrina e imidacoprid. Incluso se ha descubierto un efecto secundario de los insecticidas sobre la mosca blanca, y es que como respuesta al estrés que provoca en el insecto el uso repetido de insecticidas químicos, las hembras ponen aún más huevos. Bemisia tabaci tiene una alta tasa de reproducción, con ciclos de vida cortos y numerosas generaciones por año, lo que permite que las poblaciones de la plaga aumenten rápidamente en ausencia de control. Resistencia a insecticidas A lo largo de los años, Bemisia tabaci ha desarrollado resistencia a muchos insecticidas convencionales utilizados en su control. La resistencia a múltiples clases de insecticidas complica aún más las estrategias de manejo. Por un lado, en los cultivos al aire libre, donde el control se realiza principalmente mediante insecticidas químicos, el uso insistente e indiscriminado de determinados pesticidas ha eliminado o disminuido la población de los enemigos naturales de la plaga (chinches de la familia Miridae, Macrolophus caliginosus, Dicyphus tamaninii, D. errans, Cyrtopeltis tenuis, que son consumidores de larvas de mosca blanca. Ciertos pesticidas, que tenían bastante eficacia inicialmente, tiene cada vez menos efecto, llegando a perderlo. Y es que la mosca blanca del tabaco presenta una rápida selección para la resistencia a insecticidas. Ya hace unos 20 años se realizó un experimento que demostró que cuando el acefato se rociaba cuatro veces a intervalos quincenales, las parcelas tratadas sufrían graves daños por la plaga. Se producía un rápido aumento de moscas blancas que resulta en brotes. Amplio rango de hospederos La mosca blanca Bemisia tabaci es conocida por su amplio rango de hospederos, lo que significa que puede alimentarse y reproducirse en una gran variedad de plantas. Esta capacidad polífaga de Bemisia tabaci es uno de los factores que contribuye a su éxito como plaga agrícola y su rápida dispersión en diferentes regiones del mundo. A continuación, se presenta una lista de algunos de los principales cultivos y plantas ornamentales que son hospederos de Bemisia tabaci: Esta lista no es exhaustiva, ya que Bemisia tabaci puede atacar a muchas otras especies de plantas, incluyendo algunas plantas silvestres y malezas. La capacidad de Bemisia tabaci para alimentarse de una amplia variedad de hospederos facilita su dispersión y supervivencia en diferentes ecosistemas y condiciones climáticas, lo que complica su control y manejo en sistemas agrícolas y ecosistemas aturales. Otros Control químico eficiente de Bemisia tabaci Actualmente, p¡ara el control químico de la mosca blanca es imprescindible cumplir con los programas de control integrado y de manejo de la resistencia, utilizando insecticidas con diferentes mecanismos de acción que permitan su sostenibilidad en el tiempo. Lo más adecuado es combatirlas cuando se encuentran en estado de larvas/ninfas y son inmóviles. Principales insecticidas químicos utilizados contra la Bemisia tabaci Los principales insecticidas químicos utilizados para el control de la mosca blanca incluyen: Ventajas: Los insecticidas sistémicos como el imidacloprid y el acetamiprid tienen una acción prolongada y son efectivos contra