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trampas para plagas

Trampas para el control de plagas

Trampas para el monitoreo o para la captura masiva Las trampas para el control de plagas se pueden distinguir por su función en trampas para el monitoreo, o para la captura masiva. En el primer caso, las trampas permiten detectar tempranamente la presencia de determinadas especies de plagas en las zonas de cultivo. Proporcionan información que los técnicos utilizan para decidir dónde y de qué forma aplicar los tratamientos. La captura masiva de una plaga mediante trampas ha tenido éxito en el caso de ciertas moscas de la fruta, como la mosca del Mediterráneo (Ceratitis capitata). Se suele combinar la trampa atrayente con algún cebo tóxico, en una técnica conocida como “atraer y matar”. Se utilizan trampas cebadas con sales de amonio y aminas para la gestión de las poblaciones de esta plaga.  La diferencia entre la utilización de las trampas para la detección y seguimiento, o para la captura masiva está también en la densidad de trampas por cultivo. Tipos de trampas Trampas cromáticas Son unas placas de plástico rígido y resistente, y adhesivas por ambas caras. Necesariamente tienen que ser repelentes al agua, que no se deterioren con las altas temperaturas y que no contenga sustancias tóxicas.  Los insectos plaga (aunque también algunos insectos beneficiosos) se ven atraidos por ciertos colores, especialmente los siguientes: Amarillo: Las placas cromotrópicas de color amarillo son las más utilizadas, pues son especialmente eficaces para la detección y captura dípteros y áfidos, como la mosca blanca, minadores, mosca esciárida, pulgones, y algunos Lepidóteros como la Tuta absoluta. Como ya se indicó, tienen el inconveniente de que también capturan insectos beneficiosos. En este sentido, son especies sensibles a las trampas cromáticas, Coenosia atenuatta, Aphidius, Aphelinus, lysiphlebus, Aphytis, Encarsia, Orius, Nesidiocoris, Chrisoperla y muchas otras especies depredadoras entre las que se encuentran la mayoría de los coccinélidos. Por tanto es importante tener en cuenta que, cuando las poblaciones de esos insectos auxiliares son bajas hay que considerar su posible efecto negativo. Azul Las placas de color azul y celeste son especialmente eficaces para la detección y captura de trips. Este color se utiliza menos para las trampas porque su poder de atracción es menor. La capacidad de atraer menor número de insectos puede ser útil cuando tratamos de proteger a la fauna auxiliar, por ejemplo trichogramma, para asegurarnos un control natural de otras plagas secundarias. Negro Se usan mucho para proteger los cultivos de la acción de la Tuta absoluta, que se ve atraída por colores oscuros como el negro, además no atraena un importante enemigo natural de la Tuta, la chinche mírida Nesidiocoris tenuis.  En menor medida se utilizan otros colores,como el blanco para captura de trípidos y el rojo para captura de escarabajos.  ¿Quieres saber cómo hacer trampas cromáticas? Trampas de feromonas Utilizan un atrayente sintético que simula la feromona natural que emiten las hembras para atraer a los machos (al atraer sólo a los machos, no aumenta el riesgo de oviposición). Generalmente, la densidad de colocación de las trampas de color amarillo y azul es de 2 a 4 trampas por 1000 m2 (durante la detección) y 1 trampa por lado de 5 a 25 m2 (durante el control de plagas). Cuando se utilicen difusores de feromonas, tanto los pigmentos blancos como los amarillos se colocarán a una densidad de 1 a 2 trampas por hectárea para detección y seguimiento, y de 10 a 20 trampas en el caso de los testigos, porque se activan las trampas. con difusor de feromonas Hay que tener en cuenta la densidad de trampas colocadas por superficie, pues si se colocan más trampas de las adecuadas desaparece el efecto llamada y no aumenta el número total de capturas. Instrucciones para construir una trampa de feromonas: En sustitución de feromonas se pueden utilizar otras sustancias , como indican en el siguiente video. Trampas Delta Utilizadas generalmente para el monitoreo de las poblaciones de plagas, su llegada y evolución, especialmente polillas. Básicamente consisten en un difusor de feromonas colocado sobre una lámina horizontal y pegajosa, cubierta por un tejadillo. No se utilizan para realizar capturas masivas de insectos.  Trampas de agua El difusor de feromonas se coloca en el centro de una lámina de agua, de modo que cuando la polilla toque el agua ya no pueda retomar el vuelo.  Básicamente consiste en una bandeja con agua y una película de aceite sobre el agua para aumentar las capturas. Se le suele añadir un difusor de feromonas en un cestillo. Se coloca 1 o 2 trampas/ha. Cintas transparentes Cintas pegajosas, impregnadas de la feromona seleccionada. Se suelen utilizar en los invernaderos, donde se colocan en tiras a lo largo de las filas de cultivo. Su eficacia depende en gran medida de su correcta instalación. Su efectividad puede verse limitada por el polvo dentro de la instalación. También se utilizan para proteger árboles frutales y plantas contra insectos que suben o bajan por el tronco como hormigas, orugas y pulgones. Trampas de luz En general, las trampas de luz suelen atraer más a hembras que a machos. Las trampas colocadas cerca del suelo atrapan a una mayor cantidad de machos, mientras que las trampas elevadas atrapan a un número mayor de hembras. Las trampas de luz tienen un coste y mantenimiento elevados. Pero su mayor problema, es que son poco selectivas, eliminando por igual insectos plaga que fauna auxiliar.  La muerte de la polilla se realiza con agua, líquido insecticida o bien por electrocución en rejillas electrificadas. Otras trampas Además de las trampas mencionadas, existen en el mercado trampas que tratan de ser más específicas en el tipo de plaga que atrapan, por ejemplo según las características de vuelo de la plaga objetivo. Para su captura utilizan las técnicas anteriores aplicadas a contenedores. Existen los denominados mosqueros, que llevan los orificios de entrada para el insecto en la parte inferior, y que están pensadas para la captura de dípteros (moscas). Y contenedores que llevan las aperturas de entrada en la parte superior, son trampas pensadas para atrapar lepidópteros, y

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El éxito de los tratamientos químicos de control de plagas

Introducción El control químico de plagas es una herramienta crucial en la agricultura moderna para proteger cultivos y garantizar la seguridad alimentaria. Sin embargo, el éxito de estos tratamientos depende de varios factores clave que deben ser cuidadosamente considerados. Tipos de Plaguicidas o pesticidas Un plaguicida es una sustancia química o biológica diseñada para prevenir, destruir, repeler o mitigar cualquier plaga. Las plagas pueden incluir insectos, ácaros, roedores, malezas, hongos, bacterias, virus, entre otros organismos que afectan la salud humana, la agricultura, los ecosistemas o la calidad de vida. Insecticidas Son plaguicidas diseñados para controlar insectos. Pueden actuar de diferentes maneras, como interferir en el sistema nervioso, interrumpir el desarrollo o afectar la reproducción de los insectos. Herbicidas Se utilizan para controlar o eliminar plantas no deseadas, también conocidas como malezas. Los herbicidas pueden clasificarse según su modo de acción, como sistémicos, de contacto o selectivos. Fungicidas Son plaguicidas que controlan los hongos que causan enfermedades en plantas, cultivos y productos almacenados. Los fungicidas pueden prevenir el crecimiento de hongos o eliminar las infecciones existentes. Rodenticidas Se utilizan para controlar y eliminar roedores, como ratas y ratones, que pueden ser vectores de enfermedades y causar daños en estructuras y cultivos. Bactericidas y Viricidas Son plaguicidas diseñados para controlar bacterias y virus que pueden afectar la salud humana, la agricultura y los ecosistemas. Control de plagas agrícolas: Insecticidas Los insecticidas son pesticidas diseñados específicamente para controlar, repeler o eliminar insectos. Estos productos químicos se utilizan en agricultura, jardinería, salud pública y control de plagas para proteger cultivos y prevenir enfermedades transmitidas por insectos.. Componentes de los insecticidas La formulación y los componentes específicos de un insecticida pueden variar según el producto, el fabricante, la concentración del ingrediente activo y el tipo de aplicación (líquido, polvo, gránulos, aerosol). Factores a tener en cuenta para la elección del insecticida En la elección de un insecticida químico para controlar a los insectos hay que considerar varios factores que deben ser cuidadosamente considerados para garantizar una aplicación efectiva, segura y sostenible. A continuación, se describen los principales factores que determinan la elección de un insecticida químico: Tipo de Plaga Es fundamental identificar correctamente la plaga objetivo (insectos, ácaros, roedores, etc.) y conocer su ciclo de vida, hábitos, comportamiento y sensibilidad a diferentes tipos de insecticidas. Algunos insecticidas son más efectivos contra ciertas plagas específicas, por lo que la elección del producto adecuado dependerá del tipo y la gravedad de la plaga a controlar. Modo de Acción del Insecticida Cada insecticida tiene un modo de acción específico que determina cómo afecta al sistema nervioso, el desarrollo, la reproducción o el comportamiento de los insectos. Es importante seleccionar un insecticida con un modo de acción compatible con la biología y la fisiología de la plaga objetivo para maximizar la eficacia del control y minimizar el desarrollo de resistencias. Materia Activa o Ingrediente Activo La materia activa es el componente químico responsable de la actividad pesticida del insecticida. La elección de la materia activa adecuada es crucial para garantizar la eficacia del control, la seguridad de los cultivos, los animales y el medio ambiente. Se deben considerar factores como la toxicidad, la persistencia, la selectividad, la compatibilidad con otros productos, la regulación y las restricciones de uso asociadas con cada materia activa. Materias Activas Como ya se comentó, la materia activa es el componente químico responsable de la actividad pesticida del producto. En el caso de los insecticidas, las materias activas son compuestos químicos diseñados para afectar específicamente a los insectos, ya sea alterando su sistema nervioso, su desarrollo o su reproducción. Es necesario conocer las materias activas presentes en los insecticidas y su modo de acción para utilizarlos de manera segura y efectiva, minimizando los riesgos para la salud humana, los animales y el medio ambiente. Además, es importante seguir las recomendaciones de etiquetado, utilizar equipo de protección personal adecuado y aplicar los insecticidas según las indicaciones y dosis recomendadas por el fabricante o las autoridades reguladoras. Formulación y Tipo de Producto Los insecticidas están disponibles en diversas formulaciones (líquidos, polvos, gránulos, aerosoles) diseñadas para diferentes métodos de aplicación (aspersión, fumigación, cebo, tratamiento de semillas, etc.). Es importante seleccionar el tipo de producto y la formulación más adecuada según el método de aplicación, las condiciones ambientales, el tipo de cultivo y la plaga objetivo para garantizar una distribución uniforme y una cobertura efectiva del insecticida. Compatibilidad con Otros Métodos de Control y Prácticas Agrícolas: Es fundamental considerar la compatibilidad del insecticida con otros métodos de control integrado de plagas (MIP), prácticas agrícolas sostenibles y organismos beneficiosos (polinizadores, enemigos naturales, fauna del suelo). La elección de insecticidas de baja toxicidad para organismos beneficiosos y de bajo impacto ambiental puede contribuir a la conservación de la biodiversidad, la salud del suelo y la resiliencia de los agroecosistemas. Regulación, Seguridad y Residuos Se deben cumplir las regulaciones locales, nacionales e internacionales relacionadas con el registro, la comercialización, el uso seguro y la gestión de residuos de insecticidas. Es fundamental conocer y seguir las normativas y las recomendaciones de seguridad, utilizar equipo de protección personal adecuado y gestionar adecuadamente los envases vacíos y los residuos de productos químicos para minimizar los riesgos para la salud humana, los animales y el medio ambiente. La elección de un insecticida químico contra los plaguicidas depende de una evaluación integral de la plaga objetivo, la biología y la fisiología de la plaga, el modo de acción del insecticida, la materia activa, la formulación del producto, la compatibilidad con otros métodos de control y prácticas agrícolas, y el cumplimiento de las regulaciones y las normativas de seguridad y sostenibilidad. La materia activa: Tipos de insecticidas Insecticidas Organoclorados DDT, Lindano, Endosulfán. Actúan sobre el sistema nervioso de los insectos, alterando la transmisión de impulsos nerviosos. DDT: Utilizado históricamente para el control de mosquitos, pulgas, piojos, garrapatas y otras plagas en cultivos de algodón, café, cacao, cereales y frutales. Actualmente restringido o prohibido en la mayoría de los países debido a su persistencia y toxicidad ambiental y

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Síntomas de las necesidades nutricionales de las plantas

Necesidades nutricionales Nutrientes del suelo Las plantas necesitan para su crecimiento ciertos nutrientes que se encuentran en diferente proporción en los suelos. Los  nutrientes básicos de las plantas son el nitrógeno, el fósforo y el potasio, macronutrientes denominados primarios, y el magnesio, calcio y azufre, que son los denominados macronutrientes secundarios.  Las plantas necesitan además hierro, manganeso, zinc, boro, cobre, molibdeno y cloro, que son los denominados micronutrientes. MACRONUTRIENTES MICRONUTRIENTES Nitrógeno (N) Hierro (Fe) Fósforo (P) Manganeso (Mn) Potasio (K) Zinc (Zn) Magnesio (Mg) Boro (B) Calcio (Ca) Cobre Azufre (S) Molibdeno (Mo) Cloro (Cl) Clasificación de los nutrientes de las plantas Ambos tipos, macro y micro nutrientes son necesarios. Aunque los primeros lo son en cantidades mayores, los micronutrientes (también llamados oligoelementos), no sobrepasan el 0.01% de la materia seca, se requieren en poca cantidad pero son también imprescindibles.  De manera general, los suelos tienen las condiciones necesarias para suministrar a las plantas la mayoría de los nutrientes que requieren para su crecimiento. Sin embargo, como consecuencia de factores como la intensificación de los métodos agrícolas, que persiguen incrementar rápidamente la producción, los nutrientes del suelo se van agotando. Actualmente, la mayoría de los agricultores aplican fertilizantes inorgánicos, que utilizan nitratos, iones de fosfato o de potasio, para aportar los macronutrientes primarios. La carencia de micronutrientes se soluciona aportando fertilizantes a base de quelatos. Tradicionalmente la agricultura utilizaba estiércol y compost (abonos orgánicos), que se transforman en sales minerales que enriquece la composición del suelo. A largo plazo, la aplicación de insumos inorgánicos ha conseguido incrementar la producción agrícola, pero ha perjudicado el balance natural de los suelos agrícolas, al no aportar materia orgánica y reducir el contenido de oxígeno del suelo. Inadecuada solubilización Puede suceder que el problema nutricional no sea consecuencia de la ausencia o escasez de un nutriente en el suelo, sino de las condiciones del propio suelo que impiden una adecuada solubilización y absorción por la planta. La planta puede no conseguir absorber los nutrientes disponibles en el suelo por varios motivos. Los suelos alcalinos, con un alto pH, convierten en compuestos insolubles todos los micronutrientes, excepto el molibdeno. También puede suceder que el exceso de un nutriente en el suelo impide la absorción de otro, es el caso del antagonismo entre nutrientes. Por ejemplo, suelos ricos en potasio pueden  dificultar la absorción del magnesio. Relación antagónica entre nutrientes que también existe entre el calcio y el potasio. O los problemas nutricionales se pueden deber a que la propia planta tenga problemas de absorción de nutrientes, debido a raíces dañadas o poco desarrolladas. También las condiciones climatológicas (temperatura y humedad) influyen en la absorción de nutrientes. Antagonismo entre nutrientes Deficiencia Calcio Exceso de Magnesio Exceso Zinc Deficiencia de Hierro Exceso Potasio, Fósforo Deficiencia de cobre Exceso  Potasio Inhibe la absorción de boro, calcio, hierro, magnesio y zinc Exceso Fósforo Inhibe la absorción de hierro Exceso Calcio Inhibe la absorción de cobre potasio y zinc Movilidad de los nutrientes La ubicación de los síntomas de las carencias nutricionales en las plantas depende  de la movilidad de los nutrientes desde las hojas viejas hacia las partes nuevas. Los nutrientes tienen mayor o menor movilidad a través del floema de las plantas. El nitrógeno, el fósforo y el potasio se trasladan rápidamente desde las hojas viejas a las partes nuevas. En consecuencia, los síntomas de la carencia de estos elementos se producen inicialmente en las hojas más viejas. Por el contrario, otros nutrientes, como el calcio y el boro, no se trasladan nunca desde las hojas viejas a las partes nuevas y, por consiguiente, los síntomas de carencias de estos elementos se presentan en las partes jóvenes de la planta. La provisión de nitrógeno influye en el movimiento de algunos nutrientes, como el azufre. Cuando abunda el nitrógeno, los síntomas de la carencia de azufre se presentan al inicialmente en las hojas jóvenes. Pero cuando hay escasez de nitrógeno y azufre los síntomas de escasez de azufre se presentan inicialmente en las hojas más viejas. Nutrientes móviles en el floema Nutrientes inmóviles en el floema Nutrientes de movilidad variable en el floema Síntomas en hojas viejas Síntomas en hojas jóvenes Síntomas en hojas viejas y jóvenes Nitrógeno (N) Boro (B) Azufre (S) Fósforo (P) Calcio (Ca) Cobre (Cu) Potasio (K) Manganeso (Mn) Zinc (Zn) Síntomas de deficiencias y toxicidad de nutrientes Los efectos del exceso o defectos nutricionales dependen de la influencia que ejerce cada nutriente en los procesos fisiológicos y bioquímicos de la planta. La falta de nutrientes en las plantas se puede manifestar de varias formas, a través del amarilleo de las hojas, menor producción de flores y frutos, menor crecimiento, etc. Los síntomas de muchas enfermedades de las plantas y la carencia o exceso de nutrientes pueden confundirse fácilmente. En ocasiones es difícil evaluar cuándo una clorosis, moteado, necrosis, etc es síntoma de una enfermedad o de una carencia nutricional. La clorosis, por ejemplo, es una anormalidad fisiológica por la que el follaje produce insuficiente clorofila y las hojas no tienen una coloración normal verde, sino de un verde pálido, amarillo o amarillo blanquecino. La clorosis se produce, entre otros motivos, por la deficiencia de nutrientes (hierro, magnesio y nitrógeno), y puede estar agravada por un nivel alto de pH. Pero la clorosis también puede ser síntoma de enfermedades infecciosas como la tristeza de los cítricos o la clorosis variegada de los cítricos. Por ese motivo, primero un análisis para determinar la existencia de un patógeno, seguidamente un análisis foliar para determinar la carencia o exceso de algún nutriente. Síntomas de desajustes nutricionales en los cultivos Existen algunos factores que pueden permitir un primer diagnóstico visual, como son la localización de los síntomas y su tipología. Aunque hay que tener en cuenta que en ocasiones los cultivos manifiestan las carencias nutricionales o las toxicidades de una manera específica (puede suceder que diferentes especies manifiesten de manera distinta la misma deficiencia nutricional).  El diagnóstico visual requiere un enfoque sistemático. Aunque existen 13 nutrientes que expresan

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Importancia del pH del suelo en la disponibilidad de los nutrientes

La importancia del control del pH del suelo En el post Síntomas de las necesidades nutricionales de las plantas explicamos que en ocasiones las deficiencias nutricionales se manifiestan en las plantas con síntomas similares a los provocados por las enfermedades. Y que las deficiencias nutricionales pueden estar causadas por diversos motivos. Los suelos alcalinos, por ejemplo, con un alto pH, convierten en compuestos insolubles por la planta todos los micronutrientes, excepto el molibdeno. Explicamos el caso del antagonismo entre nutrientes, según el cual, por ejemplo, suelos ricos en potasio pueden dificultar por la planta la absorción del magnesio, manifestando entonces síntomas de esa carencia nutricional..  El conocimiento del pH, textura e historial del suelo, puede ser muy práctico para predecir un déficit nutricional y los síntomas que puede manifestar. Además, la importancia del pH del suelo se debe a que es uno de los elementos que pueden dificultar o favorecer la absorción de los nutrientes minerales por las plantas, e influir en el crecimiento y nivel de producción de los cultivos.  El término pH se utiliza para abreviar la expresión “pondus hydrogenii” -potencial de hidrógeno-, y fue utilizado por primera vez por S.P.L. Sørensen en 1909, para referirse a la capacidad de las sustancias de liberar iones de hidrógeno o ceder grupos de hidroxilo, es decir para determinar si una sustancia es ácida o alcalina. A medida que el potencial de liberar iones de hidrógeno se incrementa en una sustancia el valor del pH será menor. Como la escala es logarítmica, la caída en una unidad de pH es equivalente a un aumento de 10 veces en la concentración de H+ (H+) pH = -log |H+| Solución ácida |H+|>10-7 pH <7 Solución neutra |H+|=10-7 pH=7 Solución básica o alcalina |H+|<10-7 pH>7 La escala del pH (De 0 a 14)  Clasificación de los suelos según su pH El pH del suelo influye en la disponibilidad o carencia de nutrientes para las plantas. Según el pH del suelo es posible clasificarlos en: pH y necesidades nutricionales de las plantas Si tenemos controlado el pH del suelo podemos aclarar una posible confusión de síntomas por necesidades nutricionales y síntomas de enfermedades; pero el objetivo de controlar el pH del suelo es el anticipar previamente las necesidades nutricionales de la planta, conseguir una nutrición equilibrada del cultivo, obtener la  producción máxima y una máxima calidad de producto. En el siguiente gráfico se muestra cómo la acidez o la alcalinidad del suelo influye en la capacidad de la planta de absorción de los nutrientes. Se trata de información orientativa, condicionada por la solubilidad de los distintos minerales, el grado de saturación de sus agregados, etc También hay que tener en cuenta otros aspectos de la influencia del pH del suelo en la nutrición de las plantas. Por ejemplo, el grado de pH puede afectar a la disponibilidad de los nutrientes a ser asimilados por la planta, favoreciendo o impidiendo la labor de la labor microbiana que interviene en la asimilación de ciertos nutrientes. Cuando el pH del suelo no está entre 6 y 8, la actividad microbiana que interviene en la asimilación de nitrógeno se ve entorpecida, disminuyendo la liberación de amonio y su oxidación a nitrato, y disminuyendo por tanto las formas asimilables de nitrógeno por la planta. En ese caso, aunque pueda haber nitrógeno disponible, éste no es asimilable por la planta. En general, los suelos excesivamente ácidos o excesivamente alcalinos bloquean la liberación de los nutrientes, que entonces no pueden ser absorbidos por las plantas. El pH óptimo de los cultivos para la asimilación de nutrientes Cultivo pH óptimo Cultivo pH óptimo Cultivo pH óptimo Acelga 6.0-7.5 Albaricoque 6.0-7.5 Alfalfa 5.6-6.8 Algodón 5.0-6-2 Almendro 6.0-6.8 Alpiste 6.0-7.0 Altramúz 5.0-7.0 Apio 6.1-7.4 Arroz 5.0-6.5 Avena 5.2-7.1 Batatas 5.3-6.5 Berenjena 5.4-6.0 Boniato 5.1-6.0 Brocoli 6.0-7.2 Cacahuete 5.3-6.5 Café 5.0-7.0 Calabaza 5.6-6.8 Caña de azúcar 6.0-7.8 Cáñamo 6.2-7.2 Castaño 5.0-6.5 Cebada 6.4-7.8 Cebolla 6.0-7.2 Centeno 5.3-6.8 Col 6.0-7.5 Col de Bruselas 5.7-7.2 Coliflor 6.0-7.2 Colza 5.8-7.1 Encina 4.8-6.0 Escarola 5.6-6.8 Espárrago 6.3-7.1 Espinaca 6.3-7.1 Fresa 5.0-6.2 Girasol 6.0-7.2 Grosellero 6.0-7.0 Guisante 5.9-7.3 Habas 7.4-8.1 Judías 5.8-6.8 Lechugas 5.8-7.2 Lentejas 5.0-7.0 Limonero 6.0-7.5 Lino 5.5-7.5 Maíz 5.5-7.5 Maíz dulce 5.6-6.8 Manzano 5.3-6.7 Melocotonero 5.3-6.8 Melón 5.7-7.2 Membrillero 5.5-7.2 Mijo 5.1-6.8 Mostaza 6.0 Nabo 6.7-6.7 Naranjo 6.0-7.5 Nogal 6.2-7.8 Olivo 6.0-7.8 Patatas 5.0-5.8 Pepino 5.7-7.2 Peral 5.6-7.2 Pimiento 6.3-7.8 Pino 5.0-6.0 Platanera 6.0-7.5 Pomelo 6.0-7.5 Rábano 6.1-7.4 Remolacha 6.0-7.6 Soja 6.1-7.2 Sorgo 5.8-7.5 Tabaco 5.5-7.3 Tomate 5.8-7.2 Trébol blanco 5.5-7.0 Trébol híbrido 5.2-7.8 Trébol rojo 5.5-7.0 Trébol violeta 6.0-7.5 Trigo 5.5-7.2 Vid 5.3-6.7 Zanahoria 5.7-7.0 Youtube El suelo es un organismo viviente

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bioplaguicidas

Control de plagas mediante extractos vegetales

La demanda de los consumidores y la legislación buscan la producción de alimentos más sanos. Pero los productores agrícolas se enfrentan a un incremento de las plagas debido al comercio internacional, a los modos de producción agrícolas modernos y al Cambio Climático. Como consecuencia muchas empresas productoras de plaguicidas han visto una oportunidad de mercado en el control de plagas mediante extractos vegetales. La industria de los fitosanitarios A partir de los años 50 del siglo XX empezaron a desarrollarse insecticidas sintéticos para uso agrícola. Los insecticidas sintéticos se caracterizan por su rapidez de acción y efecto devastador sobre todo tipo de insectos.  Durante años se emplearon repetida e indiscriminadamente sobre los cultivos, desconociendo el efecto de dichas sustancias sobre la salud y el medio ambiente. Se creó un nuevo y poderoso mercado para las industrias químicas, a partir de la creación de más de 1.000 principios activos que sirvieron para desarrollar unos 30.000 productos comerciales.  La industria agrícola creció a partir de una dependencia creciente de los insecticidas de síntesis. El descubrimiento de los efectos del uso repetitivo e indiscriminado, de los insecticidas de síntesis química (como la aparición de resistencias en las plagas a los principios activos de los insecticidas químicos, daños medio ambientales irreversibles, e incluso daños en la salud humana), ha tenido como reacción una legislación que empieza a prohibir o limitar su uso o comercialización. Año 2004, Convenio de Estocolmo sobre Contaminantes Orgánicos Persistentes: A partir de ese momento se abrió una oportunidad de mercado en la venta de plaguicidas a otro tipo de productos. Desde hace varios años, el sector de la Sanidad Vegetal tiende a utilizar soluciones orgánicas, por ejemplo a partir de extractos vegetales o minerales. Una oportunidad creciente de negocio que incluso las tradicionales empresas químicas no han dejado escapar. Estos productos vegetales son, quizás menos eficaces; pero menos costosos, biodegradables y más seguros que sus equivalentes sintéticos (aunque hay excepciones, como veremos) La industria de los bioplaguicidas La perspectiva de un mercado de nuevos productos insecticidas en el sector agrícola motivó el aumento del número de investigaciones sobre en los últimos 30 años. Se descubrieron propiedades insecticidas en muchas especies vegetales, como Cymbopogon citratus, Lantana camara, Lippia alba, Citrus paradisi, Citrus grandis, Hippocratea celastroides, Melia azedarach L, Ricinus communis, Satureja laevigata Standl, Melia azedarach, Solanum lycopersicum, Schoenocaulan officinale, Capsicum sp., y un largo etcétera. Actualmente la industria de bioplaguicidas está creciendo en todo el mundo. Existen más de 200 principios activos que se utilizan para fabricar más de 1.000 productos. Aunque en el mercado se han establecido productos basados en un número mucho menor de extractos vegetales. Cómo funcionan, cómo se producen los extractos vegetales Compuestos químicos primarios y secundarios Las plantas sintetizan compuestos químicos primarios (que intervienen en forma directa en su supervivencia, crecimiento y reproducción, como son la fontosíntesis, la asimilación de nutrientes, la síntesis de proteinas, etc) y compuestos químicos secundarios (que cumplen funciones no esenciales para su supervivencia). A los primeros se les llama metabolitos primarios y a los segundos metabolitos secundarios. Las propiedades repelentes o insecticidas de las plantas se encuentran entre estos compuestos secundarios: Dichas sustancias se comercializan como métodos alternativos para el control de plagas. La producción de extractos vegetales Los medios para extraer los componentes insecticidas o repelentes son diversos: Generalmente los productos obtenidos se comercializan combinados con algún tipo de adherente, como puede ser el jabón potásico, arcillas, etc. El control de plagas mediante extractos vegetales: tipos de extractos vegetales y su modo de acción Piretrinas El grupo de productos biopesticidas más numeroso es el elaborado a partir de las piretrinas de la margarita piretro (Tanacetum cinerariifolium). El uso de piretrinas en el control de plagas tiene varias ventajas: principalmente su rapidez de acción y su poca persistencia en el medio ambiente, pues se degradan fácilmente. Actúan por contacto, produciendo parálisis en una gran variedad de insectos, como pulgones, moscas blancas, trips, gorgojos, escarabajos, etc. Pero al ser un insecticida de amplio espectro y no selectivo,  su uso debería ser puntual y en casos de grave infestación, ya que puede afectar también a la fauna auxiliar beneficiosa. Dada su volatilidad, se han desarrollado productos sintéticos, con mayor estabilidad.  Azadiractina, el aceite de neem También son muy comercializados los productos que contienen azadiractina, como  es el caso del extracto o el aceite de neem (Azadiracta indica). La azadiractina tiene tres efectos principales en los insectos y ácaros: El aceite de neem se utiliza contra los ataques de moscas blancas, trips, pulgones, minadores, orugas, piojo rojo y blanco. Como la mayoría de biopesticidas, se trata de un producto muy volátil, pues la luz y el calor afecta a su acción. Por ese motivo se deben realizar las fumigaciones (siempre por vía foliar) en las primeras horas de la mañana o al atardecer.  Quasina La Quasina, un extracto de la madera o la corteza del árbol Quassia amara, se puede utilizar como insecticida de amplio espectro, para el control de áfidos, ácaros, minadores, orugas, escarabajos, etc. Su aplicación crea una película de sabor muy amargo sobre la planta que repele a los insectos picadores y chupadores. No causa problemas en la fauna auxiliar, como los insectos polinizadores o los predadores de plagas.  Los preparados a base de Quassia amara están incluidos en el listado de productos permitidos para el control de plagas y enfermedades en agricultura ecológica (Anexo B, Reglamento CEE 2092/91). Pueden ser utilizados sin limitación, a diferencia de las piretrinas y los preparados a base de Azadiractina (como el aceite de neem), que sólo se pueden usar si no hay ningún producto permitido capaz de controlar la plaga o enfermedad y hay una necesidad reconocida. Nicotina Desde antiguo se sabe que la nicotina, extracto del tabaco (Nicotiana tabacum, aunque también se puede obtener de otras plantas solanáceas), tiene acción insecticida por contacto. Su uso como insecticida tiene dos inconvenientes: su alta toxicidad para los animales de sangre caliente y que se trata de un insecticida de amplio espectro, que no respeta

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Daños en los cultivos

La diferenciación entre insectos y ácaros, por los daños causados en los cultivos

Introducción Habitualmente se detectan antes los daños causados en los cultivos por las plagas que el insecto o el ácaro mismo. Los ácaros son artrópodos diminutos que suelen alimentarse de los tejidos de las plantas, como las hojas y los tallos. Sus picaduras pueden causar manchas y decoloración en las hojas, así como la deformación de los brotes y las flores. Algunos ácaros también pueden transmitir enfermedades de las plantas. Ejemplos de ácaros que son plagas agrícolas incluyen el ácaro rojo de los cítricos y el ácaro rojo de la vid. Los insectos pueden causar una variedad de daños en los cultivos, dependiendo de la especie. Algunos insectos se alimentan de las hojas y los tallos de las plantas, causando defoliación y reduciendo la capacidad de la planta para fotosintetizar. Otros insectos se alimentan de los frutos y semillas, causando daños en la fruta y reduciendo la producción. Ejemplos de insectos que son plagas agrícolas incluyen los pulgones, los trips y las orugas. Aunque los daños en los cultivos no permiten asegurar con certeza la identificación de la plaga que los causa, es posible clasificar los tipos de daños y calcular la probabilidad de las plagas que pueden causar esos daños, para ese cultivo y zona geográfica específica. No es fácil realizar el diagnóstico de los problemas que tiene un cultivo, ya que ciertos síntomas pueden estar causados por deficiencias nutricionales, plagas o enfermedades. Por ejemplo, observar combinaciones de colores (verde y verdes oscuro, verde y amarillo verde y dorado, etc) en forma de “mosaico” en las hojas de las plantas, puede ser indicio de deficiencias nutricionales, de una enfermedad producida por un virus o por la acción de algunos insectos (trips y mosca blanca) y ácaros. Tipos de daños en los cultivos Deformación de las hojas Las deformaciones de las hojas pueden ser causadas por una variedad de factores, incluyendo problemas abióticos (no biológicos) como el estrés hídrico, cambios de temperatura, daños mecánicos, y problemas bióticos (biológicos) como enfermedades y plagas. Aquí hay algunas posibles causas de las deformaciones de las hojas: Marchitamiento El marchitamiento de las plantas es un problema común que puede ser causado por una variedad de factores, incluyendo problemas abióticos (no biológicos) como el estrés hídrico, cambios de temperatura, daños mecánicos, y problemas bióticos (biológicos) como enfermedades y plagas. Aquí hay algunas posibles causas del marchitamiento de las plantas: Desecado El desecado de las plantas es un fenómeno que se manifiesta por una pérdida excesiva de agua en las células de las plantas, lo que puede provocar su marchitamiento y, en última instancia, su muerte. Este proceso puede ser causado por una variedad de factores, incluyendo problemas abióticos (no biológicos) como el estrés hídrico, cambios de temperatura, daños mecánicos, y problemas bióticos (biológicos) como enfermedades y plagas. Aquí hay algunas posibles causas del desecado de las plantas: Escoba de bruja La “escoba de bruja” es una enfermedad que afecta a diversas plantas, como árboles frutales, arbustos ornamentales y plantas de cultivo. Se caracteriza por el crecimiento anormal y descontrolado de ramas o brotes, que adquieren una apariencia similar a una escoba. Estos brotes generalmente son más densos y más cortos que los normales, y pueden tener una coloración diferente o un aspecto más enmarañado. La “escoba de bruja” puede ser causada por varios factores, incluyendo enfermedades fúngicas, bacterianas o virales, así como también por la infestación de insectos o ácaros. En algunos casos, la enfermedad puede ser causada por factores ambientales, como cambios bruscos de temperatura o niveles de humedad inadecuados. El tratamiento de la “escoba de bruja” depende de la causa subyacente de la enfermedad. En algunos casos, puede ser necesario eliminar las ramas afectadas para prevenir la propagación de la enfermedad. En otros casos, puede ser necesario aplicar tratamientos químicos o biológicos para controlar la enfermedad. En cualquier caso, es importante identificar la causa de la enfermedad para poder tomar las medidas adecuadas para su control y prevención. Necrosis La necrosis de las plantas es un término general que se refiere a la muerte de células o tejidos en las plantas. Esto puede manifestarse como manchas, áreas secas y marchitas, o tejido muerto en cualquier parte de la planta. La necrosis puede ser causada por una variedad de factores, incluyendo problemas abióticos (no biológicos) como el estrés hídrico, cambios de temperatura, daños mecánicos, y problemas bióticos (biológicos) como enfermedades y plagas. Manchas en las hojas Las manchas en las hojas de las plantas pueden ser causadas por una variedad de factores, incluyendo problemas abióticos (no biológicos) como el estrés hídrico, cambios de temperatura, daños mecánicos, y problemas bióticos (biológicos) como enfermedades y plagas. Aquí hay algunas posibles causas de las manchas en las hojas de las plantas: Guía de diagnóstico de los daños causados en los cultivos por insectos y por ácaros FuturCrop facilita la identificación y el manejo de plagas y enfermedades agrícolas, lo que ayuda a los agricultores a proteger sus cultivos y aumentar su productividad. FuturCrop facilita la identificación de las plagas por los siguientes motivos: Su diseño de usuario es intuitivo y fácil de usar, lo que permite a los agricultores y técnicos agrícolas navegar y utilizar la plataforma sin dificultades. Cuenta con un extenso banco de datos de plagas y enfermedades agrícolas, que incluye fotografías, descripciones detalladas y métodos de control. Se actualiza regularmente con la información más reciente sobre plagas y enfermedades, lo que garantiza que los usuarios tengan acceso a la información más actualizada. Permite a los usuarios generar informes personalizados sobre las plagas y enfermedades que afectan a sus cultivos, lo que facilita la toma de decisiones sobre el manejo de plagas y enfermedades. Síntomas Insectos Ácaros Color amarillento de las hojas Distorsión de las hojas Agallas Secado/Necrosis/Tizón Marchitamiento Manchas en la hoja i Escoba de bruja Hojas pequeñas

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