Category: Agricultura sostenible

La desinfección de suelos agrícolas

La desinfección de suelos agrícolas

La agricultura intensiva supuso la sustitución de determinadas técnicas de desinfección de suelos como el laboreo por productos químicos, más rápidos, económicos y que suponen menos esfuerzo para el productor. Ciertas prácticas agrícolas tradicionales como el barbecho, la realización de labores profundas de suelo, la rotación de cultivos o el abonado en verde, permitían tener un suelo rico en microorganismos antagonistas de patógenos. Productos químicos utilizados para la desinfección de suelos agrícolas Bromuro de metilo Pero la agricultura industrializada simplificó esos procesos, acortó tiempos para la producción y ahorró costes mediante el uso de sustancias químicas. En los años 70 se empezó a utilizar el bromuro de metilo como desinfectante del suelo en diversos cultivos, aunque en realidad es un eficiente fumigante de amplio espectro. Se convirtió en el método preferido por muchos productores en todo el mundo para combatir miriápodos y nemátodos. Se trata del producto idóneo para la agricultura industrializada, pues es un producto económico y de fácil aplicación. Pero en el Protocolo de Montreal (1989), protocolo del Convenio de Viena para la protección de la capa de ozono, se registró el bromuro de metilo como una de las sustancias reductoras del ozono, y se recomendó una limitación progresiva en su uso hasta su prohibición global en el año 2015.  Muchos productores agrícolas consideran que el bromuro de metilo no cuenta con sustituto para sus aplicaciones por lo que, a pesar de las evidencias científicas, en algunos países se continúa empleando. 1,3-dicloropropeno Precisamente, la agricultura industrializada no favorece el equilibrio del suelo y el control natural de los patógenos y, por tanto, tiene la necesidad de seguir controlando los patógenos del suelo de una manera rápida, simple y económica. Ante los problemas que genera el uso del bromuro de metilo, se empezó a generalizar el uso agrícola del 1,3-dicloropropeno, principalmente en combinación con la cloropicrina, como desinfectante del suelo, que controla nemátodos, insectos, hongos, y porque además tiene un efecto secundario contra las malas hierbas. El 1,3-dicloropropeno es ampliamente utilizado en todo el mundo, a pesar de que varios estudios ponen en duda la inocuidad de la sustancia para la salud humana. En los Estados Unidos de América, el Departamento de Salud y Servicios Humanos  (DHHS) ha determinado que el 1,3-dicloropropeno puede ser razonablemente considerado como cancerígeno,la Agencia de Protección Ambiental (EPA) ha clasificado el 1,3-dicloropropeno como probable cancerígeno para los humanos. Y la Agencia Internacional para la Investigación sobre el Cáncer (IARC) determinó el 1,3-dicloropropeno como posiblemente cancerígeno para los humanos.   En Europa, 14 países europeos se oponen a la utilización del 1,3-dicloropropeno, y por consiguiente el uso de la materia activa está prohibido desde el año 2007, al excluirlo del Anexo I de la Directiva 91/414/CEE por la Decisión 2007/619/CE de la Comisión de 20 de septiembre de 2007 [DO L 249 de 25.09.2007].  Tras varias Directivas y Reglamentos (CE), pues el fabricante realizó modificaciones para salvar las deficiencias que se habían detectado, finalmente, el Reglamento (CE) No 1107/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 21 de octubre de 20091 (en adelante, Reglamento de Fitosanitarios) establece que no se pueden comercializar sustancias activas, ni los productos fitosanitarios que las contengan si tienen efectos adversos para la salud humana, animal o el medio ambiente. Y el 1,3-dicloropropeno quedó excluido. La excepcionalidad a la normativa general Pero la gestión de plagas contempla imprevistos que debe permitir cierto margen de libertad a los estados miembros, dependiendo de las situaciones específicas y excepcionales que puedan suceder. Así el Reglamento de fitosanitarios de la Unión Europea permite, en el artículo 53 (CE) núm. 1107/2009, la posibilidad de que los estados miembros decreten autorizaciones excepcionales -especificando cuál es la plaga y la situación de emergencia fitosanitaria a la que atiende el Decreto- para la comercialización de la materia activa por un periodo de 120 días.  Amparándose en ese artículo, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación del Gobierno de España aplica la excepcionalidad del uso del 1,3-dicloropropeno rutinariamente, justificando su uso en la falta de sustituto del bromuro de metilo. Las repetidas autorizaciones excepcionales convierten lo que debería ser habitual en rutinario. Al no justificar la situación de emergencia que permite la autorización especial, y al repetir consecutivamente las autorizaciones de comercialización de productos prohibidos por la Unión Europea, el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, así como los órganos competentes de las Comunidades Autónomas, parecen apostar por el uso preventivo de un producto prohibido por la Unión Europea debido a su alta toxicidad. La asociación de Ecologistas en Acción ha elaborado un informe sobre lo que considera un mal uso de las autorizaciones excepcionales que permite el Reglamento de Fitosanitarios. En el informe se dice: “El número de autorizaciones excepcionales autorizadas en España entre 2013 y 2017 fue de 365. En 2018, sólo entre abril y julio estuvieron vigentes más de 38 autorizaciones excepcionales de productos plaguicidas que permitieron el empleo de plaguicidas en concentraciones superiores o en usos diferentes a los autorizados. Diez de esas sustancias no estaban autorizadas por su elevada toxicidad y 15 fueron identificadas como disruptores endocrinos. Los datos describen cuatro meses plenos de excepciones, en los que se posibilitó el empleo de productos fitosanitarios en concentraciones superiores o en usos diferentes a los autorizados, e inclusive, como ya se ha indicado, la utilización de 10 sustancias activas no autorizadas, en su mayor parte, por constituir por su toxicidad un riesgo inaceptable para la salud humana o el medio ambiente, y otras 15 con propiedades de alteración endocrina, las cuales tienen la capacidad de alterar el equilibrio hormonal y pueden alterar la fisiología a lo largo de la vida del individuo, desde el desarrollo fetal hasta la edad adulta , lo que resulta extremadamente preocupante, ya que este tipo de sustancias por sus especiales características no tienen un nivel seguro de exposición. Muchas de estas autorizaciones, como por ejemplo las de los plaguicidas 1,3-dicloropropeno y la cloropicrina, se repiten año tras año sin justificar la existencia de una plaga y con la única base que

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Preservar la biodiversidad para la viabilidad del sistema alimentario

Introducción La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) ha destacado en numerosas ocasiones la importancia de preservar la biodiversidad para garantizar la agricultura y viabilidad y sostenibilidad del sistema alimentario mundial. La biodiversidad se refiere a la variedad de vida en la Tierra, incluyendo la diversidad genética dentro de las especies, la diversidad de especies en los ecosistemas y la diversidad de ecosistemas en el planeta. Extraido del informe: “Los suelos contienen un cuarto de la biodiversidad de nuestro planeta, pero entre el 20 y el 30% de las tierras están degradadas.” “Se ha perdido aproximadamente entre el 64 y el 71% de los humedales desde el comienzo del siglo XX.” “A nivel mundial, hay casi 400 000 especies vegetales, de las cuales poco más de 6 000 se han cultivado para producir alimentos. De estas, menos de 200 plantas formaban parte de la producción alimentaria global en 2014 y tan solo 9 (caña de azúcar, maíz, arroz, trigo, patatas, soja, el fruto de la palma de aceite, remolacha y yuca) representaban más del 66% de la producción de cultivos total Informe, Biodiversidad para una Agricultura Sostenible, FAO. La biodiversidad, o diversidad biológica, se refiere a la variedad y variabilidad de organismos vivos en la Tierra, incluyendo la diversidad genética dentro de las especies, la diversidad de especies en los ecosistemas y la diversidad de ecosistemas en el planeta. Importancia de la biodiversidad en la agricultura La biodiversidad desempeña un papel crucial en la agricultura y es fundamental para garantizar la viabilidad, la productividad y la sostenibilidad de los sistemas agrícolas. Seguridad Alimentaria La biodiversidad agrícola proporciona una amplia variedad de cultivos y razas de ganado que pueden adaptarse a diferentes condiciones ambientales, resistir enfermedades y plagas, y asegurar la producción de alimentos. La diversidad genética dentro de las especies cultivadas y criadas permite desarrollar nuevas variedades y razas con características mejoradas, como mayor rendimiento, resistencia a condiciones adversas y calidad nutricional. Resiliencia y Adaptabilidad Los sistemas agrícolas biodiversos son más resilientes y capaces de adaptarse a los cambios climáticos, las enfermedades emergentes y las plagas. La diversidad de cultivos y prácticas agrícolas reduce la vulnerabilidad de los sistemas agrícolas a las perturbaciones y aumenta su capacidad para recuperarse y mantener la productividad en condiciones cambiantes. Servicios Ecosistémicos La biodiversidad en los agroecosistemas proporciona una serie de servicios ecosistémicos fundamentales para la agricultura, como la polinización de cultivos por parte de insectos, la regulación natural de plagas y enfermedades, la fertilización del suelo por parte de microorganismos y la purificación del agua. Estos servicios ecosistémicos son vitales para mantener la salud y la productividad de los sistemas agrícolas de manera sostenible. Problemas actuales de la agricultura,y cómo biodiversidaa ayuda a controlerlos La agricultura moderna enfrenta una serie de desafíos y problemas que afectan la productividad, la sostenibilidad y la seguridad alimentaria. A continuación, se presentan algunos de los problemas actuales de la agricultura y cómo la biodiversidad puede ayudar a controlarlos: Causas de la modificación de la Biodiversidad Datos que Explican por qué la Biodiversidad está en Peligro: Pérdida de Hábitat Según la Plataforma Intergubernamental sobre Biodiversidad y Servicios Ecosistémicos (IPBES), más del 75% de la superficie terrestre del planeta ha sido alterada significativamente por las actividades humanas, como la agricultura intensiva, la deforestación, la urbanización y la expansión de infraestructuras. Cambio Climático El cambio climático se refiere al aumento gradual de la temperatura media global de la Tierra debido principalmente a la acumulación de gases de efecto invernadero en la atmósfera, causados principalmente por actividades humanas como la quema de combustibles fósiles, la deforestación y la agricultura intensiva. Este fenómeno tiene múltiples impactos en el clima, los ecosistemas y las sociedades humanas, incluyendo el aumento de las temperaturas, el derretimiento de los casquetes polares, el aumento del nivel del mar, la alteración de los patrones de precipitación y el aumento de la frecuencia e intensidad de eventos climáticos extremos como huracanes, sequías e inundaciones. Según informes de organismos oficiales como la Organización Meteorológica Mundial (OMM) y el Panel Intergubernamental sobre Cambio Climático (IPCC): Según la IPBES, se estima que aproximadamente 1 millón de especies están en peligro de extinción debido al cambio climático y otros factores antropogénicos. Contaminación La contaminación ambiental es un problema global que tiene múltiples impactos negativos en la biodiversidad y los ecosistemas naturales. Los principales tipos de contaminantes incluyen sustancias químicas tóxicas, contaminantes atmosféricos, desechos plásticos y contaminación del agua. Estos contaminantes pueden afectar a la biodiversidad de diversas maneras, como la alteración de los hábitats naturales, la disminución de la calidad del agua y del suelo, y la exposición de la fauna y flora a sustancias nocivas. Según informes de organismos oficiales como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), la contaminación del aire es responsable de millones de muertes prematuras cada año y es un factor clave en el cambio climático. Además, la contaminación del agua afecta a más del 40% de la población mundial y es una causa importante de enfermedades y muertes en todo el mundo. Por otro lado, la contaminación plástica representa una grave amenaza para la vida marina, con millones de toneladas de desechos plásticos que terminan en los océanos cada año, causando la muerte de aves marinas, tortugas y otros animales. En resumen, la contaminación es un problema ambiental significativo que tiene impactos devastadores en la biodiversidad, la salud humana y los ecosistemas globales, y es crucial tomar medidas urgentes para abordar este problema a nivel local, nacional e internacional. Sobreexplotación de Recursos La sobreexplotación de los recursos naturales es un problema global que tiene graves repercusiones en la biodiversidad y en la agricultura. La extracción excesiva de agua, la deforestación y la sobrepesca son algunas de las principales causas de esta situación. Esta sobreexplotación conduce a la degradación de los ecosistemas, la pérdida de hábitats y la disminución de la biodiversidad, afectando la capacidad de los ecosistemas para

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Cómo favorecer la biodiversidad y el control biológico de plagas

Los problemas del sistema actual de producción agrícola La acción de los insecticidas contra las plagas y sus depredadores naturales, los monocultiovs, la eliminación indiscriminada de malezas, flora y arbustiva autóctona como reservorio de fauna útil, son algunas de las principales causas del problema de la proliferación actual de plagas en la agricultura. Daños medio ambientales La agricultura considerada como proceso industrial de producción, que aumenta la producción al menor coste y acelera los procesos mediante productos químicos, lleva años causando serios problemas medioambientales. Entre otras cosas, este sistema de producción favorece la limpieza de campos de matorrales, setos, árboles y arbustos. Pero esta práctica supone la pérdida de la biodiversidad en los paisajes agrícolas y la eliminación de los hábitats propios de las especies autóctonas, depredadores y parásitos de plagas, y provoca por tanto una mayor vulnerabilidad de los cultivos a plagas y enfermedades. Una estrategia de Manejo Integrado de Plagas debe mantener la Biodiversidad mediante prácticas agrícolas que favorezcan el control biológico de plagas conservativo. Problemas actuales del control de plagas agrícolas Esta intensificación en la producción agrícola crea una altísima presión de plagas y enfermedades sobre los cultivos, que se combate habitualmente con productos químicos. Sin embargo, numerosas investigaciones demuestran que el uso indiscriminado de los insecticidas agrícolas causa daños en el medio ambiente, en el agricultor, y en el propio consumidor. Conociendo los daños que estos productos pueden causar, la práctica habitual del uso sistemático de productos fitosanitarios en la agricultura se justifica exclusivamente por el beneficio económico. Pero el uso de insecticidas químicos debe ser limitado a lo necesario, optimizado para reducir los tratamientos al momento en que su uso sea más eficiente. Y para ello es preciso tener un conocimiento del desarrollo biológico de la plaga, mediante monitoreos frecuentes (o automatizados) y herramientas predictivas de las dinámicas poblacionales de las plagas. Control de plagas mediante Organismos de Control Biológico Entre los medios de lucha contra la acción de las plagas cada vez es más frecuente utilizar depredadores y parásitos como medios alternativos/complementarios a los productos fitosanitarios. El control biológico es practicado habitualmente mediante la introducción en el medio de enemigos naturales (en muchas ocasiones exóticos) para el control de las plagas. Pero este tipo de control biológico requiere habitualmente de asistencia técnica especializada, y su éxito depende en gran medida de la oportunidad de la suelta de insectos y que esta se realice en las condiciones climatológicas adecuadas. El control biológico de las plagas suele ser además un recurso caro en comparación con la aplicación de insecticidas. Control Biológico de Plagas Conservativo Pero el control biológico de plagas puede también ser promovido de una manera natural, conservadora, como consecuencia de la introducción de ciertas modificaciones en el entorno agrícola, los hábitats, que favorezcan la presencia de los enemigos naturales  y autóctonos de las plagas. Introducir o conservar setos multi específicos (al menos 5 especies arbustivas), conservar arbustos y follaje, las cubiertas vegetales, malezas que no afecten al cultivo, conservar islas de vegetación o corredores verdes, mantener márgenes de campos con flores silvestres, etc  en el entorno agrícola permite establecer un reservorio de especies depredadoras o parasitarias de plagas, asegurando su hábitat y su alimento. De este modo, aumentando la diversidad de enemigos naturales se consigue disminuir la densidad de las poblaciones de plagas. Flora autóctona El manejo y conservación de parches seminaturales en los bordes de caminos, de límites entre lotes, terraplenes y otras áreas no manejadas, permite ayudar a la regulación de las poblaciones de insectos fitófagos. Incluso la maleza que no interfiere con el rendimiento del cultivo permite aportar alimento a las poblaciones de insectos durante todo su ciclo de vida, y constituyen un sostén fundamental de la biodiversidad animal. Es importante controlar que las especies para esos hábitats florezcan secuencialmente, para proporcionar alimento todo el año (polen o néctar) a los enemigos naturales de las plagas, que sean especies vegetales autóctonas, y que que no especies sean hospederas de enfermedades víricas, que puedan ser transmitidas a los cultivos. En el entorno mediterráneo, por ejemplo, el escobizo o bocha blanca es una planta que puede servir en este sentido. Además, se trata de una planta que contribuye a fertilizar los suelos. También son plantas idóneas que sirven como reservorio de fauna la adelfilla, el tomillo, la esparraguera blanca, el romero, el mirto, el esparto, etc. Organismos de Control Biológico conservativo Mediante la conservación de este tipo de hábitats se favorece la presencia de larvas y adultos de la familia de Carábidos (una de las familias más grandes de los Coleópteros), presentes en setos y cultivos de cobertura,  que son depredadores de orugas, pupas y adultos de Lepidópteros. También favorecemos la presencia de Estafilínidos, que son también Coleópteros depredadores de huevos y larvas de mariposas. O Coccinélidos, como las mariquitas, que depredan tanto en estado adulto como en estado de larva, pulgones, cochinillas y otras especies de plagas. Las chinches, que  se alimentan de áfidos, huevos y otros insectos de cuerpo blando, como los Antocóridos (que suelen localizarse en las flores y depredan diariamente entre 20 y 40 ácaros y trips), los Orius o los Míridos (por ejemplo, Dicyphus tamaninii y Macrolophus caliginosus, que contribuyen al control de mosca blanca). Las larvas de crisopas son depredadoras de  áfidos, aunque también atacan a otras plagas agrícolas, como escamas, psílidos, ácaros, etc. Suelen estar presentes en zonas naturales con presencia de hierbas, arbustos y árboles, pues también se alimentan de su néctar y polen. Ciertas moscas son depredadoras de insectos nocivos para los cultivos, como las de la familia de los Sírfidos, los cuales ponen los huevos entre las colonias de pulgones para que sirvan como alimento de sus muy voraces larvas. Además facilitan la polinización cuando son adultos, pues se alimentan de néctar y polen. Evidentemente el control de biológico de plagas conservativo, mediante el desarrollo y cuidado de esos hábitats que facilitan la presencia de depredadores autóctonos de plagas puede tener algunos inconvenientes, pues reduce en alguna medida  la superficie de la

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El uso del plástico en la agricultura y sus consecuencias en el medio ambiente

El consumo mundial de plástico Desde los años 1950 se han producido unas 8.300 millones de toneladas de plástico para todo tipo de usos,  que han generado unos 6.300 millones de residuos, de los cuales se calculó en el año 2017 que sólo un 9% habían sido reciclados. Para determinar la magnitud del problema podemos considerar que si el índice de plástico reciclado es tan bajo y la producción mundial de plástico ha pasado de 2,1 millones de toneladas en los años 150 a los 407 millones en el año 2015, el plástico sin reciclar que acaba en el mar ha crecido exponencialmente. Los residuos de plástico acumulado en el mar se deshace en fragmentos mínimos, micro plásticos, que ya se detectan en los análisis de las aguas y en algunos organismos, incorporándose a la cadena trófica. La agricultura española es el quinto sector consumidor de plásticos en España. El uso del plástico en la agricultura La agricultura lleva más de 30 años recurriendo al plástico para incrementar su producción, ofrecer a los mercados productos fuera de temporada y ejercer un mayor control sobre los recursos. La tecnología del plástico en la agricultura ha permitido crear las condiciones idóneas para que el desarrollo del cultivo sea óptimo, protegiéndolo de las inclemencias del tiempo, aprovechando mejor el uso del agua de regadío, conservando la humedad, etc. El plástico se utiliza en la agricultura de varias maneras para mejorar la eficiencia y la productividad de los cultivos. Por lo tanto, es importante que los agricultores y la industria agrícola consideren prácticas sostenibles y opciones de reciclaje para reducir el impacto ambiental del plástico en la agricultura. El problema del plástico utilizado en la agricultura Los beneficios del plástico en agricultura le ha permitido realizar grandes avances. Sin embargo, a pesar de los beneficios que ofrece el plástico en la agricultura, también plantea preocupaciones ambientales, como la generación de residuos plásticos y la contaminación. El uso de plásticos en la agricultura, como láminas de plástico en invernaderos, películas de polietileno para acolchado de suelos y mallas de sombra, genera una gran cantidad de residuos plásticos. Estos residuos pueden acumularse en los campos, causando contaminación visual y ambiental. Un tema de creciente preocupación hace referencia a que los plásticos utilizados en la agricultura pueden fragmentarse en microplásticos debido a la exposición a la radiación solar y otros factores ambientales. Estos microplásticos pueden quedar atrapados en el suelo, lo que puede afectar la calidad del suelo y su capacidad para retener agua y nutrientes. Además los plásticos agrícolas pueden ser arrastrados por el viento o el agua, lo que puede llevar a la contaminación de cuerpos de agua cercanos. Esto tiene un impacto negativo en los ecosistemas acuáticos y en la calidad del agua. Los animales, como aves y mamíferos, a menudo ingieren plásticos agrícolas que se han descompuesto en partículas más pequeñas. Esto puede tener efectos perjudiciales en la salud de la fauna y en la cadena alimentaria. A pesar de ello, gran parte del plástico utilizado en agricultura termina en basureros, quemado o abandonados en el medio ambiente, donde tienen un gran impacto ambiental. Ese plástico sin rehúsar ni reciclar, que se deshecha en el suelo o en los ríos, acaba finalmente en el mar, en una cantidad muy difícil de determinar. ¿Cómo solucionar el problema? La eliminación adecuada de los plásticos agrícolas es un desafío. A menudo, los agricultores los queman, lo que puede liberar contaminantes tóxicos en el aire. La gestión inadecuada de los residuos plásticos agrícolas también contribuye a la contaminación del suelo y el agua. Para abordar estos problemas, se están explorando soluciones como el desarrollo de plásticos biodegradables, la promoción de prácticas agrícolas sostenibles que reduzcan la dependencia de plásticos, y la implementación de programas de reciclaje y gestión de residuos más efectivos. La conciencia pública y la regulación gubernamental también desempeñan un papel importante en la búsqueda de soluciones para el problema del plástico en la agricultura. Se trata de un material altamente contaminante porque se degrada muy lentamente. Y no siempre es posible su reutilización en la agricultura. Por ejemplo el plástico utilizado como “mulch” se rompe fácilmente debido a la radiación ultravioleta y a la temperatura. Pero si no se puede rehusar, sí que se puede reciclar para darle otros usos. E incluso si el reciclado no es viable, los plásticos se pueden convertir en energía. Tal vez se trate de un problema de concienciación, de dejadez. Y para luchar contra esas actitudes, únicamente hace falta que trabajen las instituciones e implementen los mecanismos necesarios para que esas prácticas no sucedan impunemente. Más información How Plastics From Your Clothes Can End Up in Your Fish, Time Magazine Microplastics in fisheries and aquaculture. Food and Agriculture. Organization of the United Nations

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Los bioplaguicidas como alternativa

Una oportunidad de mercado A partir de los años 50 el empleo de plaguicidas sintéticos para el control de plagas y malezas se generalizó en la agricultura debido a la reducción de mano de obra, su efectividad, simplicidad y rapidez de actuación. Pero con el transcurso del tiempo se han descubierto sus efectos sobre la salud humana, la fauna benéfica, los problemas que generan de contaminación ambiental y el desarrollo de resistencia en los insectos que ha reducido su eficacia. El mercado de plaguicidas sintéticos continúa creciendo, pero los consumidores son cada vez más conscientes de los daños que causan. Y los Gobiernos, a través de los órganos reguladores, aprueban menos plaguicidas, o los retiran gradualmente del mercado. Además el coste de nuevos pesticidas sintéticos se sitúa en unos US$240, mientras que el desarrollo de un nuevo biopesticida alcanza se establece en los US$15-25 millones”. Esta situación abre oportunidades la introducción de productos desarrollados por la biotecnología en el mercado de los insumos agrícolas. Ya se nota esa tendencia en el mercado: mientras el mercado de los plaguicidas sintéticos crece anualmente un 2%, los bioplaguicidas lo están haciendo en un 10% anual. Y es un hecho que el sector agrícola necesita productos eficaces contra las plagas y la maleza Los biopesticidas Existen varios productos en el mercado, pero el uso de biopesticidas, es decir, pesticidas derivados de materias de origen animal, vegetal, bacteriano y mineral, aún no se ha generalizado en la agricultura de producción intensiva. Prácticamente no se contemplan como sustitutos de los pesticidas, sino como un complemento a éstos. O en la agricultura orgánica, los biopesticidas se suelen utilizar como una herramienta que complementa las prácticas culturales en el control de plagas. Contrariamente a la opinión generalizada, un producto orgánico no significa necesariamente que esté libre de pesticidas, sino que éstos no son de naturaleza sintética. Los biopesticidas aprobados para su uso en agricultura orgánica suelen ser menos peligrosos que los pesticidas de síntesis, pero la naturaleza biológica o mineral de sus compuestos no significa que todos carezcan de efectos tóxicos. Por ejemplo, la rotenona, una sustancia de origen vegetal catalogada desde el año 2007 como toxina ambiental, y que tiene un grado de toxicidad similar al DDT, se comercializa en varios países para el control de plagas en árboles frutales, como pulgones, cochinillas, orugas, ácaros, etc. Sin embargo, por sus efectos tóxicos, la rotenona ha sido excluido del listado de productos fitosanitarios de la Unión Europea desde 2008. También los fungicidas que incluyen como principios activos determinados compuestos del cobre, y que son muy utilizados preventivamente en la producción intensiva de frutales, hortalizas, vid, etc, tienen un alto impacto ecotoxicológico, y varios estudios demuestran que son contaminantes del suelo. El prefijo bio, por consiguiente, no es necesariamente sinónimo de no tóxico. Al igual que sucede con los plaguicidas de síntesis, también es preciso evaluar los indicadores de riesgo de los bioplaguicidas. Además, dado que su aplicación requiere altas dosis, y generalmente mayor número de tratamientos, su impacto ecotoxicológico puede ser finalmente mayor que el de ciertos plaguicidas. Lo importante no es el origen natural de sus componentes, o su eficacia, sino su toxicidad y efectos sobre el medioambiente. Se suelen clasificar los biopesticidas según el origen de su ingrediente activo, que pueden ser microorganismos, bioquímicos y semioquímicos. Microorganismos Son empleados en el control de insectos, patógenos y también malezas. Se obtienen a partir de bacterias, hongos, virus y levaduras. Bacterias El biopesticida microbiano más usado en el mundo es el obtenido a partir de Bacillus thuringiensis (Bt), una bacteria que habita en el suelo. Los biopesticidas desarrollados a partir de ésta bacteria están formados por las endoesporas que producen, y los cristales de la proteina ∂-endotoxina que se forma durante el proceso de de esporulación. Sus ventas representan aproximadamente el 66% de las ventas de biopesticidas. Se utiliza para el preparado de productos, que deben ser ingeridos por el insecto plaga, y en la modificación genética de plantas, que resultan productoras de las toxinas Bt. En agricultura es usado para el control de lepidópteros, dípteros, coleópteros, hemípteros y nemátodos, que afectan a numerosos tipos de cereales, oleaginosas, frutas y hortalizas. El uso de productos que utilicen el Bacillus thuringiensis, para ser realmente eficientes, necesitan un conocimiento específico del estadío de desarrollo biológico de la plaga, pues prácticamente sólo afectan a los estadios larvarios L1 y L2 de las especies de plagas mencionadas. Por ese motivo es importante realizar un monitoreo de los cultivos y el estado de las plagas, o automatizar el proceso mediante un software como FuturCrop. Mico-fungicidas Son fungicidas biológicos desarrollados principalmente a partir de  hongos y bacterias. Suelen ser menos eficientes que los fungicidas de síntesis porque tienen ciertas limitaciones ambientales de aplicación, escasa vida útil, y son de acción lenta. Por ese motivo, no son recomendables en situaciones epidémicas, ni en en cultivos extensivos. Suelen utilizarse en cultivos intensivos en invernadero. Se han comercializado varios mico-herbicidas para cultivos de soja, arroz y cítricos. Sin embargo tienen algunas limitaciones respecto a su eficacia, persistencia, dispersión, y pueden causar daños a especies que no son el objetivo de acción. Virus entomopatógenos Se conocen alrededor de 450 especies de virus capaces de causar enfermedades a insectos y ácaros. Los más usados como biopesticidas pertenecen a la familia de los Baculovirus (como los virus de la poliedrosis nuclear o nucleopoliedrovirus), que afectan 13 subfamilias de lepidópteros. Es la familia de virus más estudiada, pero afectan exclusivamente a lepidópteros. Generalmente los virus tienen una limitación de eficacia a los insectos para los que fueron aislados. Tienen bajo impacto ecotoxicológico y, según las pruebas de laboratorio  son eficaces contra todos los estados larvarios del insecto. Bioquímicos Bajo esta denominación se incluyen una amplia variedad de productos para el control de plagas, desarrollados a partir de feromonas de insectos, extractos de aceites vegetales y botánicos. Extractos vegetales de toxinas (fitopesticidas) Existen  numerosas familias vegetales con capacidad insecticida, como la Familia Piperaceae, Liliaceae (Allium) y Brassicaceae (Crucíferas). Se conocen 2,400

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la revolución verde

La Revolución Verde

El modelo de producción agrícola intensiva: Norman Ernest Borlaug Se repite constantemente que el problema del hambre en el mundo no es un problema de producción de alimentos, sino de reparto de las calorías producidas. Y se valida de este modo un sistema de producción agrícola predominante desde los años 50, que prima a cualquier coste la productividad por hectárea. Y es cierto que globalmente la producción agrícola ha aumentado el rendimiento por superficie cultivada. Este modelo de producción agrícola intensiva supuso una revolución en los años 50 y fue consecuencia, entre otros, de la labor de un insigne ingeniero agrónomo, genetista y fitopatólogo norteamericano llamado Norman Ernest Borlaug. Al conjunto de técnicas que promovieron este incremento en la productividad agrícola se le denominó Revolución Verde, y se basaba principalmente en la utilización de variedades de semillas de alto rendimiento, cultivadas en grandes extensiones de monocultivo, y en la utilización de grandes cantidades de fertilizantes, fitorreguladores y pesticidas. Borlaug es considerado por muchos el padre de la agricultura moderna, y recibió en 1970 el Premio Nobel de la Paz por sus esfuerzos en la erradicación del hambre y la desnutrición en los países desarrollados. Se trataba de adaptar, mediante tecnología química y mecánica, la Naturaleza a las necesidades humanas de consumo de alimentos. Fue el inicio del proceso de industrialización en la producción de agrícola. Este tipo de agricultura hizo posible la internacionalización de la comercialización agrícola. Con financiación de la Fundación Rockefeller, Borlaug inició sus trabajos en 1945 en Sonora (México), donde había un gran problema con distintos tipos de roya que afectaba a los trigales mexicanos. Su equipo de investigación logró el desarrollo de variedades enanas de trigo de alto rendimiento, amplia adaptación, resistentes a enfermedades y con alta calidad industrial, con las cuales México incrementó notablemente su producción. Sus resultados fueron juzgados como un éxito por la Fundación Rockefeller la cual ayudó a su propagación a otros países. En 1961 el Ministerio de Agricultura de la India invitó a Borlaug y se promovió el uso de una variedad de arroz semienana (IR8), capaz de producir más granos de arroz por planta en determinadas condiciones de fertilización y riego. Se multiplicó por 10 el rendimiento del arroz tradicional y en 10 años, se redujo a la mitad el coste de arroz en la India. La Revolución Verde obtuvo un gran éxito en el aumento de la producción de cereales, gracias a las nuevas técnicas de producción se consiguió aumentar un 250% la producción de grano mundial. Los problemas de la Revolución Verde Pero el principio de incremento de la productividad agrícola que perseguía a toda costa, y la aplicación de las técnicas para conseguirlo, han cambiado casi totalmente el proceso de producción agrícola. El valor nutricional de las cosechas y el empobrecimiento de la diversidad genética Los cultivos de cereales de alto rendimiento, esas variedades obtenidas por los investigadores predominan en la actualidad, pese a que su valor nutricional es actualmente cuestionado (proteinas de baja calidad, alto contenido en hidratos de carbono, y calorías, deficiencias en aminoácidos esenciales, etc). Esos cultivos tan productivos han empobrecido la dieta humana global y están empobreciendo diversidad genética (componente básico de la biodiversidad). Invonvenientes de los monocultivos Además el sistema de monocultivo y la producción agrícola industrializada tiene varios aspectos negativos que perjudican tanto al productor como al agricultor. Los monocultivos genéticamente homogéneos aumentan el peligro de ataque masivo de plagas y enfermedades, haciendo habitual y repetitiva la aplicación de plaguicidas. De hecho, de manera similar a como ha crecido la productividad agrícola en el mundo, ha crecido el sector comercial que suministra insumos químicos a la agricultura. La utilización de fitosanitarios La utilización de productos químicos, fertilizantes y pesticidas, para incrementar la productividad de los cultivos ha provocado desequilibrios ambientales y graves problemas para la salud humana, muchos de ellos aún por determinar. Actualmente, la agricultura es uno de los sectores que indirectamente más contaminación produce. La Revolución Verde es posible que haya disminuido el número de hambrientos (aunque actualmente se estima que todavía existen en el mundo unas 1.000 millones de personas hambrientas); pero también es cierto que existen unos 1.200 millones de personas con problemas de obesidad. El coste medioambiental y en la salud de las personas aún está por determinar. Vínculos externos Enseñanzas de la revolución verde: hacia una nueva revolución verde. Cumbre mundial sobre la alimentación. FAO, 1996 La Inacabada Revolución Verde – El Futuro Rol de la Ciencia y la Tecnología en la Alimentación del Mundo en Desarrollo by Norman E.Borlaug and Christopher Dowswell. Iowans Who Fed The World – Norman Borlaug: Geneticist.

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