El hongo que causó una de las mayores crisis de la agricultura
La enfermedad de Panamá se registró por primera vez a fines del siglo XIX en Australia, y se difundió internacionalmente a través del intercambio de plántulas de banano. Se trata de una de las enfermedades del banano más importantes. La enfermedad la causa el hongo Fusarium oxysporum, que ataca las raíces de algunas variedades de banana procedentes genéticamente de Musia acuminata, y no tiene cura.
El cultivar de banano “Gros Michel”, procedente genéticamente de M. acuminata, fue durante muchos años la variedad más exportada internacionalmente, pero desapareció casi por completo entre los años 1940 y 50 debido a la fusariosis. Ante el impacto de la enfermedad, los productores reemplazaron la variedad “Gros Michel” por el banano “’Cavendish”, originario de China y Vietnam, pues era resistente a las cepas más extendidas entonces de la enfermedad.
Causas de la incidencia de la enfermedad
Los bananos cultivados descienden de dos especies silvestres: Musa acuminata y Musa balbisiana. Los bananos silvestres se diferencian de los bananos cultivados y comercializados en que son más pequeños y están llenos de semillas. Sucesivos cruces y mutaciones inducidas desarrollaron bananos estériles, sin semillas, aptos para el comercio, por su tamaño y sabor, y por su mayor resistencia en el transporte.
Existen cultivares procedentes de una sóla rama genética (M. acuminata o M. balbisiana) e híbridos. El grupo “Cavendish”, desciende de M. acuminata, y actualmente comprende la mayoría de las bananas consumidas en Europa y Estados Unidos. De las posibles combinaciones de las ramas genéticas, proceden híbridos triploides, con dos juegos de cromosomas procedentes de M. acuminata, y uno de M. balbisiana, e híbridos diploides puros, procedentes de M. balbisiana.
Las bananas macho son estériles, y también lo son las hembras del grupo “Cavendish”. El hombre ha inducido artificialmente el desarrollo de frutas sin la fertilización de óvulos, y por tanto frutas sin semillas (partenocarpia). Se producen las plántulas a través del cultivo de los tejidos vegetales. Por consiguiente las plantas resultantes son clones, es decir genéticamente idénticas, y la producción de banano se vuelve extremadamente vulnerable a epidemias. La variación genética es una defensa natural de los organismos vivos para superar enfermedades.
La partenocarpia es un fenómeno biológico en el cual los frutos se desarrollan sin la necesidad de ser fecundados. En otras palabras, la partenocarpia permite que los frutos se formen a partir de óvulos no fertilizados, sin la intervención del polen.
Los puntos oscuros casi imperceptibles en el centro de los plátanos son vestigios de las semillas que no se desarrollaron por completo. Es común que los plátanos silvestres no se comercialicen debido a la presencia de numerosas semillas grandes en toda la fruta, lo que dificulta su consumo en comparación con las variedades comerciales.
La próxima crisis del banano
De las 4 cepas del hongo Fusarium oxysporum, la cepa 1, la que afectó a la variedad “Gros Michel” es la más extendida. Pero se ha descubierto que la cepa 4 del hongo Fusarium oxysporum (Tropical Race 4, TR4) también afecta al cultivar “Cavendish”. Dicha cepa se está diseminando por las distintas zonas productoras, destruyendo miles de hectáreas de este tipo de bananos.
La crisis del banano no está resuelta. Lograr la resistencia a TR4 en Cavendish utilizando métodos convencionales no es posible, pues la variedad es estéril y se propaga por clonación. Y, o bien la diversidad genética de los bananos silvestres no puede ser utilizada en programas de cruzamiento con Cavendish; o si es viable, no interesa comercialmente porque las variedades silvestres no tienen las características aptas para su consumo. La única forma de salvar a la banana “Cavendish” puede ser mediante la modificación de su genoma,
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