La identificación de las plagas por los daños en los cultivos
Daños en los cultivos y plantas ornamentales Frecuentemente, se descubren antes los daños causados los cultivos (hojas, tallos, raíz, flor o fruto) o los residuos que dejan las plagas cerca del lugar donde se alimentaron (en forma de melazas, gránulos, material parecido al serrín o excrementos oscuros húmedos) que se localiza e identifica la plaga. Cuando las plantas son atacadas por plagas, se suele observar que las plantas están poco desarrolladas y no crecen adecuadamente, que tienen hojas deformes o dañadas. Se ven amarillas o de un color verde ligero, o simplemente se ven marchitas y caídas. Los daños causados en las plantas contribuyen a determinar la especie que causó tales daños, porque las especies tienen patrones de comportamiento de alimentación u oviposición. Los efectos de la acción de las plagas al alimentarse es un buen indicio de la presencia de plagas en los cultivos. Y tener un adecuado conocimiento de las diferentes formas en que los insectos se alimentan de las plantas ayuda a identificar la plaga y a desarrollar controles y estrategias para su control. De hecho, los insectos de cada grupo tienen patrones de daño característicos que ayudarán a identificar al causante del daño y, por consiguiente, acertar con su tratamiento adecuado. Según los hábitos alimenticios de los insectos, suele ser habitual agruparlos, de manera general, en masticadores, chupadores, minadores y barrenadores. INSECTOS MASTICADORES Desfoliación: Los insectos masticadores se alimentan de las hojas de las plantas, lo que puede llevar a una pérdida significativa de tejido foliar. Esto reduce la capacidad de la planta para llevar a cabo la fotosíntesis y puede debilitarla. Daño en los frutos: Algunos insectos masticadores se alimentan de los frutos de las plantas, lo que puede dañar la calidad y la cantidad de la cosecha. Esto es particularmente preocupante en cultivos agrícolas. Daño en las raíces: Algunos insectos masticadores se alimentan de las raíces de las plantas, lo que puede afectar gravemente el sistema radicular y la capacidad de la planta para absorber nutrientes y agua del suelo. Daño estético: La presencia de insectos masticadores puede hacer que las plantas luzcan poco atractivas debido a la pérdida de hojas y el daño en las estructuras vegetales. Transmisión de enfermedades: Algunos insectos masticadores también pueden ser vectores de enfermedades vegetales, propagando patógenos que pueden dañar aún más las plantas. Reducción en la producción de forraje: En pastizales y cultivos destinados a la alimentación animal, los insectos masticadores pueden reducir la cantidad y calidad del forraje disponible. Las plagas de insectos masticadores poseen mandíbulas y maxilas con las que trituran los tejidos vegetales. A este grupo pertenecen INSECTOS MINADORES DE HOJAS j Decoloración de las hojas: Uno de los signos más visibles de la infestación de insectos minadores de hojas es la decoloración de las hojas afectadas. Las áreas dañadas suelen volverse amarillas o marrones debido a la destrucción de los tejidos vegetales. Formación de galerías: Los insectos minadores crean galerías o túneles dentro de las hojas mientras se alimentan. Estos túneles a menudo son lineales o serpenteantes y pueden variar en tamaño dependiendo del tipo de insecto. La presencia de estas galerías es un indicador claro de la actividad de estos insectos. Reducción de la capacidad fotosintética: Debido a la destrucción de los tejidos internos de las hojas, la planta experimenta una disminución en su capacidad para realizar la fotosíntesis. Esto puede afectar negativamente el crecimiento y el rendimiento de la planta. Debilitamiento de la planta: A medida que los insectos minadores de hojas continúan alimentándose y dañando las hojas, la planta se debilita. Esto la hace más vulnerable a otras enfermedades, insectos y condiciones ambientales adversas. Caída prematura de hojas: En casos graves de infestación, las hojas dañadas pueden caer prematuramente, lo que reduce aún más la capacidad de la planta para producir energía y llevar a cabo sus funciones normales. Entre este grupo de insecto están los minadores de hoja, que causan graves daños a los cultivos. La plaga de minadores suele combinar varios tipos de acción sobre los cultivos pues mientras las hembras adultas agujerean el haz de las hojas para extraer la savia de la planta, su larva excava galerías o túneles en las hojas. El insecto plaga se desarrolla en el interior de las hojas, en el mesófiolo (es decir, el tejido que se encuentra entre las epidermis del haz y del envés de las hojas), alimentándose del parénquima foliar, provocando daños en la estructura de las plantas, al realizar galerías o minas que posteriormente se necrosan. Destroza sus tejidos celulares, disminuye su capacidad fotosintética, reduce el crecimiento de las plantas, llegando a dificultar o impedir la maduración de los frutos. Dichas plagas se han constituido en un problema creciente en la agricultura. Los minadores de hoja son una plaga polífaga y ocasiona daños tanto en cultivos hortícolas como en plantas ornamentales. Las larvas de ciertas polillas nocturnas (Lepidópteros) son plagas minadoras muy destructivas, como es el caso de la polilla del tomate (Tuta absoluta), que se alimenta de la hoja, pero también ataca al tallo y a los brotes apicales. De hecho, al acabar la plaga con los brotes, el crecimiento de la planta se detiene, bloqueando sus ritmos biológicos como la formación de flores y frutos. En condiciones normales, las larvas de estas especies eran parasitadas por sus numerosos enemigos naturales. Pero los problemas con los minadores de hoja se han incrementado como resultado del uso de pesticidas de amplio espectro, a consecuencia de los cuales los enemigos naturales mueren, y a la resistencia de los minadores a esos insecticidas, como consecuencia de la presión evolutiva. Además, dado que se alojan dentro de los tejidos vegetales, muchas veces los pesticidas no logran hacer su efecto. INSECTOS CHUPADORES Deshidratación: Los insectos chupadores extraen la savia de las plantas, lo que puede llevar a la deshidratación y debilitamiento de la planta. Decoloración y amarilleo: La pérdida de nutrientes puede resultar en la decoloración de las hojas y el amarilleo de las partes afectadas. Retraso en el crecimiento: